Lisboa. A partir de 2014 el gobierno de Portugal prevé reducir hasta 10 por ciento las pensiones de los funcionarios con sueldos superiores a 600 euros y retrasar la edad de jubilación a los 66 años para todos los trabajadores. Estas propuestas, que se negocian con los sindicatos, se inscriben en el marco de la reforma del Estado a la que Portugal se ha comprometido ante sus acreedores para reducir los gastos públicos en 4 mil 700 millones de euros. Los recortes de las jubilaciones de los funcionarios, que tendrán efecto retroactivo, se harán en función de varios criterios, entre ellos, la edad.