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La amenaza de demolición de dos edificios donde están, desata polémica en Noruega

En riesgo, obras de Picasso que sobrevivieron atentado con bomba en barrio de Oslo en 2011
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de agosto de 2013, p. 4

Oslo, 7 de agosto.

Los frescos realizados a partir de dibujos de Pablo Picasso que sobrevivieron al atentado con bomba perpetrado por Anders Behring Breivik, en 2011, causan polémica en Noruega por el destino de dos edificios de ministerios amenazados de demolición.

La playa y La gaviota, así como dos versiones de Pescadores y Sátiro y Fauno, dibujados por el maestro español, fueron reproducidos con chorro de arena por el noruego Carl Nesjar en las paredes de hormigón del barrio de los ministerios que surgió en el centro de Oslo, después de la guerra.

Estas obras, realizadas en un estilo infantil fácilmente reconocibles, con personajes de geometría simple y una aparente carencia de perspectiva, son la primera diversificación del arte de Picasso hacia este tipo de material.

Es un tesoro internacional, afirmó el ministro noruego del Medio Ambiente”, Baard Vegar Solhjell, encargado de las cuestiones relativas al patrimonio cultural. Su demolición desencadenaría una polémica a escala internacional, declaró al diario Dagsavisen.

Sin embargo, esta cuestión se plantea desde que el militante de extrema derecha Anders Behring Breivik hizo estallar una camioneta cargada de explosivos en pleno centro del poder político el 22 de julio de 2011.

La explosión dejó ocho muertos –los primeros de una jornada sangrienta que en total costó la vida a 77 personas–, destruyó el bloque H, una torre de 17 pisos donde se encuentran las oficinas del primer ministro desde 1958, y causó grandes daños en los ministerios vecinos.

A finales de junio, un grupo de expertos encargados de reflexionar sobre la futura sede gubernamental consideró que la solución más económica consistiría, entre otras, en destruir el bloque H y otro edificio ministerial, el bloque Y, donde están las obras de Picasso.

Éstas no serían demolidas, sino cortadas en el hormigón para ser utilizadas de otra forma.

Sin embargo, a partir de su profunda relación con la arquitectura original, ¿pueden estos frescos abandonar las paredes para las cuales habían sido concebidos? Especialistas del arte como analistas de la prensa responden negativamente. El director del patrimonio cultural, Joern Holme, quien destacó su importancia histórica, tanto desde un punto de vista arquitectónico como político y su fuerte contenido cultural, es partidario de la rehabilitación del “bloque H”.

Nosotros no podemos demoler lo mejor de un periodo cultural simplemente porque hoy se considera que eso es feo, explicó.

Eso no es digno de una nación culta. Destruir lo mejor que hizo Noruega en una época dada de su historia es contrario a todos nuestros valores, insistió.

Falta opinión de la familia del pintor

La familia Picasso tiene derecho a expresar su opinión en nombre del derecho moral sobre la obra dejada por su ilustre antepasado.

La obra de Picasso fue creada para formar parte de ese edificio. No pueden retirarla así, sin preguntar, subrayó Claudia Andrieu, jurista de la Administración Picasso.

Nosotros no hemos sido interrogados, lo que es a la vez deseable y necesario, agregó, y subrayó que los sucesores de Picasso están abiertos al diálogo.

El “bloque H”, torre austera y severa, obra del noruego Erling Viksjoe, que a una escala más modesta recuerda la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, nunca fue muy popular en Noruega.

Según una encuesta publicada en julio por el diario Verdens Gang, 39.5 por ciento de las personas interrogadas desean que sea derribada, frente a 34.3 por ciento partidarias de que se conserve.