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Informa la PGR de un peritaje realizado por la UNAM

Tuvo carácter multifactorial la explosión en el edificio de Pemex
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de agosto de 2013, p. 9

La explosión ocurrida el 31 de enero de este año en el sótano del edifico B2 del complejo de oficinas de Petróleos Mexicanos (Pemex) tuvo un carácter multifactorial, donde influyó la presencia de restos de hidrocarburos, materia orgánica productora de gas metano y solventes, informó ayer la Procuraduría General de la República (PGR).

Al dar a conocer las conclusiones de un peritaje solicitado al Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para determinar las causas del estallido, la PGR indicó en primer lugar que se había comprobado la existencia de diversas capas de sedimento impregnado de hidrocarburos.

Dicho material, indicó, pudo provenir de derrames de los depósitos de combustible de la empresa Huasteca Petroleum Company –que estuvo situada en ese predio hasta los años treinta del siglo pasado– o bien del depósito de almacenamiento de hidrocarburos del servicio público del Distrito Federal, que también se localizaba en ese sitio.

Además, se comprobó la existencia de materia orgánica en diferentes capas del subsuelo que contiene microrganismos anaeróbicos productores de gas metano, los que se desarrollaron en condiciones óptimas por estar en contacto con los hidrocarburos y potencializaron su crecimiento y reproducción, como confirmaron estudios de ADN.

Por otro lado, se detectó la presencia de solventes que eran utilizados para el mantenimiento del edificio, así como la exposición de conexiones eléctricas. La combinación de ambos elementos habría producido vapores que dieron lugar a una mezcla explosiva.

El metano, al ser más ligero que el aire, se confinó en la parte superior de los casetones ubicados en la zona de pilotes. Éste, al ser un lugar cerrado, sin ventilación, favoreció su depósito y nula difusión, aseveró la dependencia mediante un comunicado, pero sin difundir el estudio completo de la UNAM.

La producción y emanación de gas metano se filtró y acumuló a través de los pilotes que llegan a la zona de cimentación y por el sistema de drenaje del edificio. Esto se comprobó mediante distintos análisis que confirmaron la presencia de emisiones continuas, añadió.

Además de lo anterior, los peritos de la PGR encontraron en el sótano del inmueble elementos de origen eléctrico que pudieron haber servido para la ignición, entre ellos una extensión de cable de luz, una lámpara y una clavija.

Por todo lo anterior, los especialistas concluyeron que los elementos ya mencionados se sumaron en una serie de particularidades que dieron origen a la explosión del área suroriente del sótano del inmueble, en un estallido difuso iniciado con una chispa de origen eléctrico o mecánico, generando un flamazo de forma instantánea que consumió en su totalidad la mezcla explosiva de vapores y gas metano presente en la zona de pilotes.

Dicho fenómeno aumentó la temperatura y la presión del lugar, ocasionando quemaduras a los tres empleados que se encontraron en la zona de pilotes, para luego fracturar, romper y proyectar la loza de cimentación. A causa de la onda expansiva, se siguieron rompiendo y proyectando las lozas con efecto de abombamiento en los diferentes niveles del área del siniestro, aseveró el estudio.

Finalmente, la PGR aseguró que Petróleos Mexicanos ya ha tomado las medidas de precaución necesarias, instalando sistemas de ventilación en el inmueble a fin de evitar la acumulación del gas.

Sin indicios de fuego”

La explosión en el edificio B2 de la Torre de Pemex –que dejó un saldo de 32 muertos y más de cien heridos– fue atribuida por las autoridades en un primer momento a un corto circuito, aunque el gabinete de seguridad nacional no descartó la posibilidad de un atentado o un acto de negligencia.

Un día después, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, dirigió un recorrido por la zona donde había ocurrido el siniestro y afirmó que allí no había un solo indicio de fuego, al tiempo que prometió una investigación exhaustiva hasta determinar la causa del estallido.

De acuerdo con los testimonios de las personas que estuvieron presentes en el área, en ningún momento se percibió olor a gas, por lo que dudaban que ese elemento hubiera podido causar la explosión.