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Las acusaciones entre partidos en las elecciones frenaron el ritmo de las reformas

El pacto, pendiente de ser reactivado, pero sigue vigente: Camacho Quiroz

Las enmiendas hacendaria y energética, en riesgo si se condicionan a cambios político-electorales

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César Camacho Quiroz, presidente nacional del PRI, señaló en conversación con La Jornada que todavía están pendientes las reformas transformadoras a las que el gobierno ha apostado para reactivar la economía y el empleo, por lo que es urgente abordar el tema y resolverloFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de julio de 2013, p. 14

Las acusaciones cruzadas de los partidos en las pasadas elecciones frenaron el ritmo inicial de las reformas legislativas. Hoy, el Pacto por México está pendiente de ser reactivado, reconoce el presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz.

En su opinión, este mecanismo de negociación política es absolutamente vigente, pero advierte que la discusión oportuna de las reformas hacendaria y energética están en riesgo si se condicionan a los cambios en materia político-electoral.

El dirigente priísta afirmó, en entrevista con La Jornada, que el tema energético tiene una alta carga de dogmatismo político; que los problemas de seguridad y justicia no pueden erradicarse de la noche a la mañana; que el presidente Enrique Peña Nieto no evade el tema del narcotráfico, pero que tampoco hay que regodearse en lo que hace el gobierno.

Revela que el PRI ya trabaja, desde ahora, para ganar las siete gubernaturas y el Congreso que estarán en disputa en las elecciones intermedias de julio de 2015. Unos meses antes, en marzo de ese mismo año, concluye su gestión al frente del partido tricolor.

Abogado de formación, Camacho Quiroz es un hombre cercano a Peña Nieto. Ha sido senador, diputado federal en varias legislaturas, alcalde de Metepec, gobernador interino del estado de México –en sustitución de Emilio Chuayffett– y ha desempeñado varios cargos en la estructura priísta.

El pacto sigue trabajando en la reforma educativa

En sus oficinas de la sede nacional del partido, asegura que el Pacto por México sigue trabajando en las mesas especializadas que se instalaron para proponer la legislación secundaria en materia educativa, y que sólo se está a la espera de reactivar las negociaciones en los temas político-electorales.

–¿Qué va primero: la reforma política o las ya anunciadas por el presidente Peña en materia económica?

–Las reformas hacendaria y energética están irremediablemente vinculadas, porque ambas son económicas, y son interdependientes; no así la reforma político-electoral, que tiene su propio ritmo. Claro, políticamente se puede condicionar; en términos sustantivos nada tiene que detener las enmiendas económicas, por una razón adicional: el tiempo que consumiría la gran reforma política podría poner en riesgo la discusión oportuna de las reformas económicas. De suerte que pueden discutirse y transitar de manera paralela sin que unas predispongan a las otras.

Asegura que los proyectos de ley que presenten algunas fracciones parlamentarias no afectarán el trabajo del pacto, pues éste es un mecanismo que pretende construir consensos, pero no es excluyente ni exclusivo. Al final, todo llega a la misma mesa, o a las mismas mesas, en plural, que son las de las cámaras del Congreso de la Unión, a las que corresponde el estudio y dictamen de las iniciativas para convertirlas en una sola propuesta, expuso.

Para el dirigente del PRI, sí es posible conciliar propuestas e intereses en el tema energético. Para eso es la política. La política es diálogo. La política es concertación. La política es capacidad para escuchar, capacidad para plantear y capacidad para acordar: así se construyó el pacto, señala.

Y aunque el tema energético tiene una alta carga de dogmatismo político, estima que con explicaciones correctas puede ser bien entendido por la población y al final lograr los acuerdos necesarios.

Al analizar los resultados de los primeros ocho meses de un gobierno federal priísta en los temas de seguridad y economía, Camacho Quiroz reconoce que el gobierno de Peña generó gran expectativa en la población.

Señala que los problemas de seguridad y procuración de justicia son de tal magnitud que no pueden resolverse de la noche a la mañana, y que la presencia de las fuerzas armadas responde al nivel de gravedad o de dificultad que presentan determinados sitios del país.

En lo económico, con constantes ajustes a la baja en varios de sus indicadores, advierte que todavía están pendientes las reformas transformadoras a las que el gobierno ha apostado para reactivar la economía y el empleo, por lo que es urgente abordar el tema y resolverlo.

Confía en que la realidad mexicana, donde los sexenios inician con un Mesías y casi siempre terminan con un Judas, no se cumpla. Asevera que México ha evolucionado de manera muy importante. No sólo cada sexenio, sino cada año, ha sido diferente en la historia política del país, considera Camacho Quiroz, para luego rematar: Tengo confianza fundada en que este sexenio que empezó con el pie derecho acabe muy bien, sin decisiones estruendosas ni posiciones que solamente encandilen.

Incluso, señala que el gobierno de Peña Nieto bien podría hacer suya la afirmación de la conseja popular: Más vale paso que dure que trote que canse.