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Expertos de EU refutan los estudios de 2006, que anunciaron su presencia en ratones y humanos

Niegan existencia de células madre embrionarias VSEL

Al tratar de detectarlas y evaluar su potencial médico, por diversos métodos, investigadores de Stanford encontraron que se trata de células muertas o vivas incapaces de convertirse en otra

 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de julio de 2013, p. 2

Washington, 24 de julio.

Científicos estadunidenses negaron en un estudio publicado el miércoles la existencia de pequeñas células madre de tipo embrionario, llamadas VSEL, en la sangre y la médula ósea, identificadas en investigaciones anteriores.

En 2006, investigadores anunciaron la detección de estas células madre en ratones, y estudios posteriores indicaron su presencia también en las personas.

Como las células madre provienen del embrión, las VSEL (Very Small Embryonic-Like) tendrían, según estos científicos, el potencial de convertirse en cualquier célula del cuerpo para reparar tejidos dañados por una enfermedad o accidente.

También podrían ser una alternativa a las células madre embrionarias para la investigación, que sigue siendo muy controvertida porque implica la destrucción de embriones humanos.

Pero como otros laboratorios no lograron reproducir estos resultados, los principales investigadores en la Facultad de Medicina de Stanford, California, dirigidos por el doctor Irving Weissman, trataron a su vez de detectar esas células VSEL y evaluar su potencial médico.

Usando varios métodos, los autores del estudio encontraron que la mayoría de estas pequeñas partículas en las células de médula ósea de ratón no eran sino restos de células muertas, o células vivas incapaces de convertirse en otra célula.

Nuestros resultados refutan claramente el hecho de que las células VSEL en estudios en ratones tienen el potencial de las células madre embrionarias, y arrojan serias dudas sobre su posible aplicación clínica en humanos, dijo el doctor Weissman, cuyo estudio fue publicado en Internet en la revista Stem Cell Reports, fechada el 24 de julio.

Este estudio cuestiona fuertemente el proyecto de una compañía biofarmacéutica estadunidense, llamada NeoStem, para llevar a cabo ensayos clínicos destinados a probar la capacidad de las células VSEL en medicina regenerativa en humanos.

NeoStem presentó los derechos exclusivos de la tecnología VSEL, con planes de pedir autorización a la FDA, la agencia estadunidense que regula los medicamentos, para realizar el primer ensayo clínico en personas con enfermedades periodontales (infecciones de las encías).

Para el doctor Ihor Lemischka, profesor de biología regenerativa del Centro Médico Monte Sinaí de Nueva York, los resultados de esta investigación resuelven definitivamente la cuestión de las células VSEL, cuya investigación fue una pérdida de dinero.

Lemischka, quien no participó en el estudio, dijo que el laboratorio del profesor Weissman se volvió referencia en el mundo sobre células madre.

Mi impresión es que un número muy pequeño de expertos en la comunidad científica sobre células madre le dio alguna credibilidad a estos estudios sobre células VSEL, dijo.

Fotorreceptores

Por otro lado, científicos británicos demostraron que la parte del ojo cuya función es detectar la luz, puede ser reparada con células madre.

La revista Nature Biotechnology calificó el hallazgo del hospital Moorfields, del londinense Colegio Universitario, de un gran salto que abre posibilidades realistas para hacer pruebas en humanos.

El tratamiento, posible cura de algunos tipos de ceguera, incidirá en los fotorreceptores, las células de la retina que reaccionan a la luz y la convierten en señales eléctricas enviadas luego al cerebro.

Por lo pronto, ya son realizadas pruebas en personas utilizando células madre para remplazar los soportes oculares que mantienen vivos los fotorreceptores.

El equipo de Moorsfields reemplazó células sensibles a la luz en ratones ciegos, en cuyos ojos inyectaron células madres convertidas en fotorreceptores.

El estudio demostró que dichas células podían integrarse a la arquitectura existente del ojo y empezar a funcionar, aunque la efectividad aún es baja: sólo unas mil de las 200 mil trasplantadas lograron prender en el resto del ojo.

Robin Ali, jefe de la investigación, consideró tal experimento como una prueba de concepto que les facilita una hoja de ruta para trasplantar esas células en humanos.

Por eso estamos tan emocionados. Cinco años es ahora un objetivo real para empezar una prueba clínica, agregó.