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Publica en México su primera antología que reúne 50 años de quehacer en ese género

La poesía surrealista es algo trasnochado: Lasse Söderberg

La nórdica es de la naturaleza, muchas veces melancólica, y la mexicana refleja más la historia

El autor sueco presenta su libro Lo inconstante, en el Palacio de Bellas Artes

 
Periódico La Jornada
Martes 25 de junio de 2013, p. 4

El escritor sueco Lasse Söderberg publica en México su primera antología poética: Lo inconstante (La Otra/ UAS), la cual incluye más de 50 años de obra escrita y hoy será presentada en el Palacio de Bellas Artes.

Es muy difícil distinguir diferencias muy grandes entre países en general: toda la poesía sigue más o menos los mismos objetivos, las corrientes se encuentran... En México destaca la historia tan dramática, desde la conquista y hasta ahora, que sigue siendo complicada. La poesía nórdica es una poesía de la naturaleza, muchas veces melancólica, y aquí se refleja más la historia, dice el poeta, ensayista y traductor en entrevista con La Jornada.

Con el semblante que vira de la sonrisa a la evocación, Söderberg (Estocolmo, 1931) habla de sus acercamientos e interés hacia México y su cultura, su inclusión en el surrealismo, su gusto por el idioma español y sus próximos trabajos, en la charla realizada en casa del pintor Carlos Maciel Kijano, en el sur del DF, acompañado por la poeta y traductora colombiana Ángela García (Medellín, 1957).

Sentí una atracción temprana por el español. Viajé joven a España. Me pasé largas temporadas en mi juventud en ese país y, bastante más tarde, viajé a América. Esta es la quinta vez que visito México, la primera fue en 80 u 81. Me impresionó mucho por varias razones, no sólo por la literatura, también por la historia, por lo que había leído de la Revolución Mexicana, tan singular. Y por las pinturas mexicanas, manifiesta Söderberg.

Al principio, evoca, ese acercamiento ocurre sobre todo con la poesía. “Tenía unos amigos de juventud que seguían más o menos el mismo camino, entre ellos un francés, Jean-Clarence Lambert, quien traducía poesía mexicana. Él es el gran especialista del tema en Francia. Y él estaba en relación con Octavio Paz. Yo llegué a conocerlo un poco más tarde, en París, cuando él trabajaba ahí en el consulado mexicano. Él ha sido desde entonces una influencia importante.

Luego, he leído a los Contemporáneos y poetas más jóvenes, y ahora conozco a muchos poetas actuales, como Eduardo Lizalde, que dentro de poco va a presentar mi libro, y Homero Aridjis, quien también es un amigo desde hace muchos años, y algunas mujeres poetas que me ha gustado particularmente, como Verónica Volkow, Coral Bracho, Myriam Moscona.

Desde el punto de vista de alguien que ha conocido muchos países, Söderberg habla sobre la relevancia de la poesía mexicana, mientras sonríe: La poesía no tiene ninguna importancia. Ninguna poesía tiene importancia en el mundo. Somos unos pocos que nos entusiasmamos.

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Lasse Söderberg, quien por quinta vez viene al país, durante la entrevista con La JornadaFoto Carlos Cisneros

Y matiza: Se traduce mucho. Ese es un cambio que se ha operado en el siglo pasado, que se empezó a traducir mucho en todos los idiomas, en todos los países. En Francia se publica mucha poesía traducida. Eso era desconocido antes... No creo que en Europa la poesía mexicana sea tanto una realidad, se puede hablar más de poesía latinoamericana, entonces es más tangible, más real.

Caracterizado como un poeta surrealista, Söderberg reconoce su temprano interés por esa corriente francesa, cuyo grupo viajó a México, primero en los años 30, por varias razones, André Breton que entrevistaba a Trotski, y luego como exiliado durante la Segunda Guerra Mundial. Leyendo, me interesó mucho ese país tan acogedor, y que tenía todos esos aspectos irracionales que interesaban a los surrealistas.

A comienzos de los años 50, rememora, “conocí a todo el grupo del surrealismo en París en aquellos tiempos. Fui algunas veces al café surrealista y, claro, el más importante era Breton. Él mismo era el más interesante. Pero había muchos. Era sorprendente la fuerza que tenía. Había muchos poetas que pasaron por el grupo, después se alejaron o fueron echados por Breton. No se salvaron de la influencia surrealista y ese fue mi caso, lo que se cuenta en Lo inconstante.

Interrogado por la vigencia del surrealismo, asegura: Existe todavía un interés sobre el tema, pero creo que está un poco fuera de moda. Anticuado. Trasnochado. Yo me entusiasmé mucho con la poesía surrealista y ahora me parece un poco mecánica, repetitiva. Siguen interesándome las ideas, no tanto las obras. El inconsciente, el amor, la mujer, el deseo de cambiar el mundo, etcétera.

Respecto de la edición de Lo inconstante, refiere que antes había publicado un par de libros, en España y Cuba. Este es el primero extenso. Estoy contento con este trabajo. Es el primero publicado en México. Y adelanta un libro sobre España, que está en la imprenta. Conjunta imágenes del fotógrafo Christer Strömholm (Estocolmo, 1918-2002). El título será Viaje en blanco y negro.

El autor permanecerá en México hasta el 14 de julio, con una interrupción del 1º al 8 del próximo mes, debido a que viajará a Perú. El miércoles 25 de junio irá a San Luis Potosí; luego, del 9 al 13 de julio, a Durango, y un día después regresará a Suecia.

Lo inconstante será presentado hoy, a las 19 horas, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez, esquina Eje Central, centro Histórico). Participan Angela García, Eduardo Lizalde, Pablo Molinet y el autor sueco.