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El MNA aloja una de las mejores colecciones del país asiático hasta el 8 de septiembre

Visiones de la India..., viaje interior a lo largo de 104 invaluables obras

Cuatro ejes temáticos describen 700 años de historia y resumen la tradición literaria, pictórica y religiosa de esa cultura

Representaciones exquisitas acompañadas por elementos visuales y sonoros

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La muestra incluye manuscritos budistas, magníficas ilustraciones y coloridas pinturas en pequeño formato de los siglos XII al XIXFoto Roberto García Ortiz
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En el módulo Recorrido por la historia de la pintura mogol se exhiben pinturas creadas durante el dominio de ese imperio del siglo XVI al XIXFoto Roberto García Ortiz
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Estas pinturas permiten seguir una historia sobre el desarrollo cronológico del budismo, señaló Roxana VelásquezFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de junio de 2013, p. 2

Semioscuridad. Sonidos que remiten a mantras, música qwali y ragas. La exposición Visiones de la India. Pinturas del sur de Asia del San Diego Museum of Art, que consta de 104 invaluables obras, lleva al visitante a un viaje de interiorización y de conocimiento muy complejo.

Considerada una de las mejores colecciones de arte de India en el mundo, la muestra que se exhibe en el Museo Nacional de Antropología (MNA) devela mediante manuscritos budistas, magníficas ilustraciones y coloridas pinturas, en pequeño formato, diversos aspectos de las religiones y los mitos de esta milenaria cultura, de los siglos XII al XIX.

Así explicó Roxana Velásquez Martínez del Campo, directora del Museo de Arte de San Diego, durante el recorrido que realizó con La Jornada en los cuatros ejes temáticos que integran la magna muestra, en la que se presenta la historia del arte de India.

Visiones de la India.... forma parte del acervo que donó el coleccionista Edwin Binney III, heredero de la marca Crayola, a la institución estadunidense, antes de su muerte, en 1986.

A cada paso, por la sala de temporales se describen 700 años de historia que giran en torno de las representaciones exquisitas, el preciosismo y la estética de las antiguas obras que se exhiben entre el montaje de elementos audiovisuales, cédulas didácticas, ampliaciones de las obras y armónicos sonidos.

Los títulos de los cuatro núcleos temáticos resumen su abundante contenido: Iluminaciones sagradas: pintura autóctona de la India en los libros religiosos; Visiones líricas: ilustraciones de obras literarias persas para una élite cultivada; Recorrido por la historia de la pintura mogol: la fusión de tradiciones y el gusto imperial, y Al estilo de la Compañía: pintura indobritánica para la clase comerciante.

En la primera sala, los pequeños manuscritos o iluminaciones sagradas revelan gran solemnidad y respeto. Dichas pinturas fueron plasmadas por un conjunto de artistas sobre pequeñas hojas de palma o de abedul, las cuales a su vez eran cubiertas con magníficas carátulas de madera.

En estas obras, “los artistas plasmaron con un preciosismo y caligrafía impresionante cada detalle sobre las deidades que ayudan a proteger del mal, mientras en algunas de las carátulas se observa la historia detallada de Buda, desde su concepción hasta su iluminación.

Las 104 obras miniaturas provienen de libros de meditación que se hallaban en los conventos, además de los poemarios y hojas sueltas, cuya realización era por encargo en los talleres que estaban en las cortes imperiales y en los mismos templos, explicó.

Al respecto, Conrado Tostado Gutiérrez, director de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), apuntó que en esta primera sala se describe el esplendor y el final del budismo en India, tras la llegada de los invasores islámicos que arrasaron con los libros que se encontraban en los monasterios budistas.

De hecho, dijo Tostado Gutiérrez, el jainismo es una religión contemporánea al budismo, que comenzó en el siglo VI, fundada por Mahavira, sobre la cual se observan referencias a lo largo de este núcleo temático.

Estas pinturas, retomó Roxana Velásquez luego de referirse al significado del karma o a las enseñanzas de Buda, permiten seguir una historia sobre el desarrollo cronológico de la religión, pero también sobre la cuestión estética, de cómo se elaboraban y cambiaban.

Los expertos coincidieron en destacar que cada detalle de las pinturas plasmadas es expansiva y, sobre todo, narran de manera pormenorizada infinidad de historias increíbles.

La segunda sección es Visiones líricas: ilustraciones de obras literarias persas para una élite cultivada abarca del siglo XV al XVIII; ahí se observan obras relacionadas con las narraciones persas más populares que fueron “ilustradas para una selecta clientela en el mundo islámico e influyeron desde Turquía hasta Asia Central.

Coleccionar estos libros era símbolo de riqueza y sabiduría, pero, debido a que el Corán no podía ilustrarse, los textos que se iluminaban eran considerados profanos, agregaron.

En esta sección se aprecia la excepcional caligrafía y la pintura que narran lo mismo las conquistas de Alejandro Magno, la historia del rey sasánida Khusrow Parviz y sus amores con la princesa Shirin que las aventuras del rey Bahram Gur.

En este apartado se hallan dos páginas de la versión del Khamsa (una de las primeras obras en ilustrarse), relaborada por el poeta Amir Khusrau Dehlavi, cuyo manuscrito indopersa data del segundo cuarto del siglo XV.

El detalle de cada pintura se observa desde las pestañas hasta en las superficies arquitectónicas y espacios bidimensionales, cuyo preciosismo fue plasmado con pequeños pinceles elaborados con dos cabellos de gato o de cola de ardilla, explicó Roxana Velásquez.

En el tercer módulo, Recorrido por la historia de la pintura mogol: la fusión de tradiciones y el gusto imperial, se exhiben pinturas creadas durante el dominio del imperio mogol del siglo XVI al XIX, cuyas ilustraciones cautivaron a los soberanos y a sus cortesanos por su riqueza gráfica , puntualizó Conrado Tostado Gutiérrez, quien explicó que Akbar, emperador mogol que gobernó India de 1556 a 1605, cambió la historia del arte indio con su taller de maestros iraníes e indios quienes crearon un estilo dotado de realismo.

Hacia la última parte del recorrido, el visitante podrá detenerse en una sala donde una gran pantalla mostrará acercamientos a algunas de las pinturas para observar cada detalle. Mientras la sala adjunta será adaptada para que se realicen meditaciones.

Finalmente, el discurso museográfico se refiere a los comerciantes británicos de la Compañía de Indias Orientales que encargaron a los artistas locales pintar la flora, fauna y paisajes, entre ellos el mítico río Ganges.

Estas obras son un poco más grandes y tienen diversos elementos europeos, incluso cambia el color a tonos más tenues, lo que habla de la capacidad de los artistas para adaptarse al gusto extranjero, puntualizó Conrado Tostado Gutiérrez.

Uno de los aspectos que se revelan en la muestra es la presencia de Octavio Paz en India como referente de los vínculos estéticos, intelectuales y culturales entre México y áquella nación.

Visiones de la India. Pinturas del sur de Asia del San Diego Museum of Art permanecerá en el recinto de Reforma y Ghandi hasta el 8 de septiembre, cuyo acervo regresará al espacio estadunidense en esa fecha debido a las medidas de conservación.

De manera paralela a la muestra se realizarán conferencias y se podrá consultar el micrositio en Internet www.visionesdelaindia.inah.gob.mx