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Defiende la presidenta argentina la elección popular de los jueces

Sin una justicia mejor no habrá mayor seguridad: Cristina Fernández
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La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ayer al inaugurar un laboratorio de investigaciones forenses en la ciudad de Río GallegosFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 11 de junio de 2013, p. 23

Buenos Aires, 10 de junio.

En un escenario de ofensiva política y mediática contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la presidenta argentina defendió hoy el derecho del pueblo a elegir a los miembros del Consejo de la Magistratura y recordó que todos los jueces provienen del sistema político, en momentos en que se intenta obstaculizar la aplicación de la reforma judicial.

Ningún juez ha surgido de la nada todos piensan algo, todos vienen de algún lado, dijo la mandataria quien recordó que la Corte Suprema es un órgano político.

Adivirtió que la voluntad popular es la gran fuente de poder de la Constitución nacional y en referencia a ésto recordó el origen de los jueces de la Suprema Corte. Dos importantes miembros de la Corte fueron convencionales constituyentes. Otro miembro fue senador. El actual presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, fue propuesto por nuestro gobierno; a mí me lo presentó un ex senador. La Corte es un órgano político del Poder Judicial y sus miembros son elegidos políticamente, y vienen de distintos sectores.

Desde 2003, las cosas que decide el gobierno se deciden desde el mismo gobierno. La independencia, no solamente del poder Judicial, debe haber independencia de los grandes poderes concentrados de afuera y de adentro, de los monopolios, de las grandes presiones que sufrió para tapar todo lo que había pasado durante la dictadura, agregó, durante un acto en Río Gallegos, Santa Cruz, extremo sur del país.

Esta es la clase de independencia que queremos para los tres poderes, concluyó.

Más tarde, la presidenta se refirió a la procedencia política de jueces de la Corte Suprema, para subrayar la decisión de su gobierno y el anterior de su esposo fallecido, Néstor Kirchner de haber propuesto una diversidad de jueces con distintas ideas, para diferenciar la vieja justicia, algo que en un momento se festejó mucho aquí y de lo cual se olvidó la oposición política en la actual guerra contra el gobierno.

Cuando mencioné el origen político de algunos integrantes de la Corte Suprema de Justicia, se me olvidó nada más ni nada menos que el casi centenario miembro de la Corte, que pertenece al histórico y también centenario Partido Socialista, el magistrado Carlos Fayt. Analizó Fernández de Kirchner que si no se logra una justicia mejor no vamos a tener más y mejor seguridad.

Aquellos que se piensan como contrapoder, me parece que son delegados de otros poderes que no sabemos pero que imaginamos cuáles son.y en este sentido criticó la gravedad que tiene para el país el hecho de que esté suspendida en buena parte la ley de medios, votada a en 2009 por el Congreso y ratificada por la Corte Suprema.

¿Quién tiene más poder: un presidente, el Parlamento o un juez?¿Qué paraliza una ley que votó un Parlamento que representa al pueblo?, preguntó y añadió luego que la palabra democracia es una palabra que no puede atemorizar a nadie.

En tanto, una verdadera ola de renuncias en apoyo de la democratización de la justicia se está produciendo en la Asociación de Magistrados, a la que los renunciantes consideran una asociación que protege más intereses personales. La Asociación de Magistrados se posicionó a favor de la oposición de los llamados poderes fácticos contra la ley de medios, cuando el principal monopolio local que es el Grupo Clarín ha interpuesto sucesivas medidas cautelares que impiden poner en marcha esta ley antimonopólica y defensora de la democratización, reconocida como tal por organismos internacionales.

También los magistrados renunciantes, entre ellos decenas de fiscales y jueces advierten sobre el silencio ante casos de jueces que fueron cómplices con los militares, durante la pasada dictadura militar (1976-1983) y su reacción ante la reforma judicial.

Existe un verdadero éxodo de la Asociación de Magistrados ante esta situación y a favor de una reforma judicial, a la que se refirió incluso positivamente el juez español Baltasar Garzón, quien se mostró sorprendido por el tiempo que ha llevado terminar con una justicia que ha funcionado bajo tantas dictaduras.

Hay jueces que definen como corporativa y elitista a la Asociación de Magistrados y otros que se refieren a un verdadero sistema corporativo, cerrado y conservador que es la propuesta de ese organismo fundado en 1928, lo que figura en la carta de denuncia.

El fiscal Jorge Auat y los jueces federales Mario Portela, Carlos Rozanski y Adrián Grünberg, todo ellos muy respetados, se mostraron orgulllosos de apostar a la construcción de un nuevo espacio, Justicia Legítima, para reformar ese tercer poder, como dijeron a Página 12.

Justicia Legítima está creciendo en todo el país con más de mil magistrados que quieren otra justicia en Argentina. Los juicios por la verdad y la justicia contra los responsables de crímenes de lesa humanidad han desnudado la actuación de una buena parte de la justicia durante la pasada dictadura. Esa misma impunidad ha permitido otros crímenes en democracia y ha sido lenta en momentos de imperiosa necesidad de actuar juidicialmente.