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En 2010 fue designado por el entonces presidente Medvediev; hoy quiere ganar en las urnas

Renuncia el alcalde de Moscú y se postula para otro periodo en elecciones anticipadas

Pese a ser dirigente del oficialista Rusia Unida, contenderá como candidato independiente

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 6 de junio de 2013, p. 24

Moscú, 5 de junio.

Se va para quedarse. Es la conclusión que comparten muchos analistas ante la noticia de que el presidente Vladimir Putin aceptó este miércoles la renuncia de Serguei Sobianin a la alcaldía de Moscú.

Para empezar, Sobianin seguirá ejerciendo de alcalde en funciones de la capital de Rusia hasta que, tentativamente el 8 de septiembre siguiente, se celebren elecciones anticipadas.

Formalmente, designado en 2010 para un periodo de cinco años por el entonces presidente Dimitri Medvediev, Sobianin quiere tener la legitimidad de las urnas.

En esto recibió el apoyo de Putin y, desde hoy mismo, el alcalde está en campaña para ganar las elecciones, llevando ventaja a cualquier otro candidato que no podrá registrarse hasta que se abra la convocatoria y reúna todos los requisitos.

Y lo principal es que, con esta maniobra, descartada hace apenas tres meses por el propio Sobianin en términos categóricos, se libra de su principal rival, el multimillonario Mijail Projorov, quien de acuerdo con una reciente enmienda a la legislación electoral no podrá postularse hasta que demuestre que ya no tiene ningún activo, inversión o cuenta bancaria en el exterior, algo un tanto difícil para un magnate acostumbrado a llevar buena parte de sus negocios desde paraísos fiscales.

Dos de los líderes de la oposición extraparlamentaria, no tolerada por el Kremlin, Aleksei Navalny y Serguei Udaltsov, tratarán de inscribirse como candidatos para eludir la persecución judicial en su contra, aunque sea temporalmente.

Navalny enfrenta un juicio por un supuesto robo de madera en la región de Kirov y Udaltsov se encuentra bajo arresto domiciliario por los disturbios del 6 de mayo del año anterior, pero ninguno de los dos ha sido condenado todavía, lo cual sí les impediría en el futuro postularse a cualquier elección.

Otra cosa es que las autoridades permitan su registro, por lo cual sus seguidores no descartan que declaren que incumplieron los requisitos.

En ese contexto, libre de rivales y con todo en favor del candidato respaldado por Putin, Sobianin debe ganar en las urnas y no será postulado por el partido oficialista Rusia Unida, sino cono candidato independiente o de una nueva formación al servicio del Kremlin, el llamado Frente Popular.

Y esto es lo más interesante porque se infiere que Sobianin, miembro de la dirección de Rusia Unida, no quiere competir bajo esa bandera desprestigiada ni está seguro de poder triunfar en 2015, cuando debería concluir su primer periodo como alcalde.

Al adelantar dos años las elecciones, Sobianin también tendrá que superar el malestar de parte del electorado respecto a decisiones suyas recientes: la prohibición completa de fumar en lugares públicos; la instalación de parquímetros en el centro de la ciudad; la colocación generalizada de adoquines en calles y parques, atribuida por sus críticos a intereses económicos poco claros, entre otras.

Ello podría restarle votos de inconformes y, si las autoridades cometen el error de compensar esa caída de su popularidad con un ajuste de resultados, las protestas callejeras podrían ser, el otoño siguiente, aún más multitudinarias que las del año pasado.