Para lograr el apagón analógico en todo el país el gobierno federal tiene el reto de digitalizar 25 millones de hogares para el 31 de diciembre de 2015, señaló el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan.

Señaló que la presión de las televisoras no fue lo que llevó a la Cofetel a decidir posponer la transición a la televisión digital terrestre (TDT) en Tijuana, porque aunque es indudable que hay defensa de intereses particulares, se hizo en respeto al proceso electoral.

Por separado, el director de la consultoría Mediatelecom Policy & Law, Jorge Fernando Negrete, advirtió que haber detenido el apagón analógico en Tijuana es sólo una muestra de las dificultades que afrontará el gobierno mexicano para recuperar la banda de 700 megahercios (Mhz) que ahora tienen las televisoras, y poder usar ese espectro para el uso de banda ancha y servicios de telecomunicaciones de cuarta generación.

En entrevista radiofónica Mony de Swaan explicó que la decisión de postergar el apagón analógico en Tijuana fue sólo del pleno de la Cofetel, ante la presencia de circunstancias que no existían cuando se planeó la transición, y destacó que los instituto Federal Electoral y el estatal estaban enterados del cambio.

El comisionado presidente sostuvo que el reto para México es digitalizar 25 millones de hogares en los próximos dos años y medio para cumplir con lo dispuesto en la política para la TDT en México para el 31 de diciembre de 2015.

El director de Mediatelecom Policy & Law señaló que la experiencia que deja Tijuana es de incertidumbre jurídica y técnica ante la evidente decisión de favorecer sólo a un mercado, a un grupo de interés. Lo más grave, puntualizó, es que al detener el apagón analógico se limita el crecimiento económico y limita los derechos de la población sobre información, comunicación educación y otros beneficios.

Detalló que esos beneficios no provienen de forma directa de la posibilidad de ver televisión digital en vez de analógica, sino de que el Estado mexicano recupere la banda de 700 MGHz y pueda incrementar la penetración de banda ancha entre la población y con ello elevar la calidad de vida y desarrollo económico de acuerdo con las estimaciones del Banco Mundial en el sentido de que por cada por cada 10 puntos porcentuales de penetración de banda ancha el producto interno bruto se incrementa 1.38 por ciento.

El especialista destacó que es necesario que la Cofetel o el Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes desarrollen un programa de liberación de espectro de banda ancha móvil, junto con acciones paralelas para aumentar la conectividad y cumplir con el derecho de los ciudadanos al acceso a las tecnologías de la información y comunicación.