Opinión
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Juego Limpio

Merci Abidal

L

lorando, como muchos de los presentes en su despedida, Eric Abidal decía adiós como jugador al Barcelona FC. Mensajes como: Gracias a mis compañeros, porque sin ellos no hubiera ganado nunca o Siempre hay que intentar, si no intentas no sabes si puedes o no; a mí me sirve mucho eso, describen la calidad humana de un deportista que ha dado todo.

El 15 de marzo de 2011 el Barcelona anunció que a Eric Abidal le detectaron un tumor en el hígado, perdiéndose muy posiblemente el resto de la temporada. Sin embargo, el espíritu de lucha de Abidal, menos de dos meses después, lo tuvo de vuelta para jugar contra el Real Madrid. Lamentablemente un año más tarde se informó que Abidal tenía que ser sometido a un trasplante de hígado. Pero Eric es un hombre que no se rinde.

Cuando apenas el jueves pasado el Barcelona anunció que no lo renovaría como jugador, Abidal reconoció que le hubiera gustado quedarse en el Barcelona, pero que aún siente que puede hacer lo que más le gusta en la vida, y por ello seguirá buscando equipo para la próxima temporada.

Espíritu de superación

El FC Barcelona le ha ofrecido que en el futuro dirija las escuelas del club. No puedo pensar en un mejor futbolista como modelo a seguir. Él es un hombre que ha conquistado batallas mucho más allá de las deportivas, una persona que ama su profesión y lo expresa cada minuto que la vida le presta. Abidal ha trascendido en el futbol porque decidió que esa fuera su profesión, pero su carácter hace pensar que también hubiera trascendido en cualquier otra. Ese espíritu de superación es posiblemente la mejor enseñanza que pueda recibir un joven. Vidas como la suya demuestran que el deporte es otra forma de expresión, la forma que, como él dice, escogió desde muy niño.

Merci Abidal. Gracias Abidal, por ser un modelo de compromiso y profesionalismo. Tu disciplina y coraje son un ejemplo de vida. Hoy gracias a ti podemos decir que un estadio de futbol aplaude no sólo goles, sino también la lucha por las cosas más importantes. Nos demuestras que el deporte puede ser más que un espectáculo. El futbol se vuelve mucho más que eso cuando un estadio aplaude la lucha de un hombre por seguir con vida, primero por ver crecer a sus hijas y luego por hacer lo que más le apasiona.