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México en WikiLeaks
C

laro que haremos nuestro mejor esfuerzo para definir el concepto tan complejo que encierra esta palabra inglesa, compuesta, porque si no se hace, habrá que continuar describiendo las actividades a las que se refiere, que no son pocas ni tampoco sencillas, además de que, por lo menos la primera parte, me parece que fue recientemente creada para el caso, y no figura todavía en los diccionarios Appleton, ni tampoco en el tesauro de Oxford. Tendría sentido interpretar el término wiki como este género de ardillas de campo que se atraviesan a gran velocidad en las carreteras que van por zonas áridas. Son tan veloces y tan ágiles, que ni un automóvil a toda velocidad la atropellaría, y luego la palabra leak, que sí figura en el diccionario, y que quiere decir: fuga o escurrimiento en un recipiente para ciertas clases de líquidos, que puede incluso derribar una cortina de una presa, por la rapidez, y por lo difícil que es localizarlos con la rapidez y la precisión que se requiere.

En fin, ya hasta un libro muy formalmente impreso en diciembre de 2012, con un poco más de 600 páginas, muy bien documentado y muy cuidado el libro, y fue legitimado en México, por Carlos Pascual, entonces embajador de Estados Unidos, quien dio por auténticos los cables en cuestión.

Tenemos, pues, ya un libro formal que cumple con todos los requisitos que se exigen, en el medio de las buenas librerías para ser considerado como tal, y nos satisface profundamente que éste hubiera sido concebido y hecho hasta la impresión de la última palabra, bajo el cuidado de personal de planta de La Jornada.

Dice bien el título, que se trata de escribir sin omisiones y sin disimulos, poner al alcance del lector los largos alcances que el libro, bien usado y bien concebido, desde el principio, sin pretensiones ni tampoco modestias improcedentes, que no vienen al caso, ni contribuyen a que nos interesemos, como lo hago ahora, sin perjuicio de que podamos profundizar y ampliar el alcance de nuestra materia: México en WikiLeaks, y luego, quizás entreverado La Jornada en WikiLeaks.

Esta manera de expresarse, puede tener muy largos alcances, y contribuir muy –todo dicho en superlativo– claramente a reunir los idiomas que han venido desarrollándose y evolucionando, y progresando en cuanto, como lenguajes a su difícil modo de entenderse cabalmente en la actualidad, vendrá pues a unir y entreverarse, hasta el punto de no ser identificadas más como lenguas aisladas e independientes.

Como lenguajes separados y distantes en la historia y contribuir de esta manera tan importante a crear las circunstancias para que entonces sí, sea válido referirse a una sola humanidad, con todas las consecuencias del caso, cuya importancia para el entendimiento cabal de los hombres entre sí.

Dicho con otras palabras, las expresiones a todo color, como las plasmadas en los muros que constituyen espacios disponibles, que eventualmente quedan a la vista de todo el mundo, quiere llegar a constituirse en un lenguaje, en el grafiti, que se supone aspirar a ser un medio de expresión, de comunicación, que en realidad no llega a serlo, porque los anónimos autores quedan muy frecuentemente insatisfechos con su obra que algo llega a tener de artístico ocasionalmente, pero que en la realidad, ni el autor sabe qué quiere decir con su mensaje, confuso y divagante, ni mucho menos el espectador, con todo su deseo de entender algo de lo que se quiere transmitir en grafitis, y más bien todo el mundo queda enfadado y molesto por diversas causas.

En el caso del WikiLeaks , al tratar de interpretar la velocidad de la onda de transmisión y del esfuerzo que muchas partes, muy principalmente relacionadas con los medios, han logrado constituirse en alguna clase de lenguaje, que con el impulso que lleva y con lo atrayente que viene resultando, por los medios en los que se desarrolla, más vale empezar a leer lo más pronto posible México en WikiLeaks, si no se quiere quedar atrás.

Por ahora, el grafiti no quiere que se le entienda algún mensaje, pero sí pretende expresar: ¡Aquí estamos!

El WikiLeaks parece que quiere llegar mucho más pronto y más claramente a que sus mensajes se entiendan y se acepten, además de que se transmitan, por voluntad y fuerza propia.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks