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Este domingo se le rendirá un homenaje en el primer aniversario de su fallecimiento

Evocarán labor de Héctor García, el fotorreportero de la ciudad

Su fundación presentará el programa de actividades para un tributo nacional, además de documentales, videos, entrevistas y documentos inéditos

La ceremonia será a las 12:30 horas

Foto
Autorretrato en un coche accidentadoFoto tomada de la página de la Fundación María y Hector García
 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de junio de 2013, p. 8

La Fundación María y Héctor García realizará este domingo un homenaje al fotógrafo mexicano al conmemorarse el primer aniversario de su fallecimiento.

La ceremonia se efectuará a las 12:30 horas en la sede de la fundación, localizada en Cumbres de Maltrata 581, colonia 2da del Periodista, y en ese contexto se presentará el programa del homenaje nacional a Héctor García, además de documentales, videos, entrevistas y documentos inéditos.

Se presentarán los documentos Héctor García en la Candelaria de los Patos, de la fotó- grafa Paulina Lavista; Héctor García en la galería plástica, de Jorge Prior, y Tracks inéditos de Héctor García: Día de Muertos, de Carlos Montes de Oca.

Héctor García fue uno de los grandes maestros de la fotografía en México, captó con su lente a personajes y momentos emblemáticos de la vida cultural, política y social del país. Falleció el 2 de junio del año pasado, a la edad de 88 años, fue alumno de Gabriel Figueroa y Manuel Alvarez Bravo. Su archivo, resguardado en la fundación que lleva su nombre y el de su esposa, está conformado por más de un millón de imágenes.

Emoción, creación y belleza

Diego Rivera escribió el 24 de agosto de 1955, según lo puntualizó la escritora y periodista Elena Poniatoiwska en estas páginas, que era un excelente artista que expresa con emoción, belleza, plenitud de forma y profunda sensibilidad y comprensión humanas, la vida que lo rodea, desde el accidente de calle hasta la plástica sublimada de la danza, pasando por todos los matices de las acciones del ser humano sobre la tierra, sus reacciones ante los hechos, mediante sus propias emociones.

García, qiuen hace un año recibió un homenaje en Bellas Artes por su deceso, es uno de los últimos grandes maestros de la fotografía mexicana.

El proyecto más importante que el fotógrafo logró ver y que concretó sobre todo su esposa, María, es la creación de la Galería Fundación María y Héctor García, ubicada en Cumbres de Maltrata 581, colonia El Periodista.

Es el autor de una obra que plasmó tanto la vida cotidiana de la gente de a pie como los acontecimientos históricos más importantes del México del siglo pasado y el actual. Héctor Cobo García se mantuvo siempre activo y se definía como un fotógrafo loco, que evitaba el desaliento y mantenía el ánimo en alto a través de la pasión por la cámara.

Nació en la ciudad de México en 1923 y después de ser un niño vagabundo y trabajar como bracero en la industria ferrocarrilera de Estados Unidos, estudió en la Academia de Artes Fotográficas de Nueva York en 1944 y en la Academia de Arte Cinematográfico en 1946, con la ayuda del escritor Edmundo Valadés.

Además de su amplia labor como fotógrafo, dirigió los documentales Juego y trabajo (1970) y Semana Santa cora (1971), cuyas imágenes ilustraron la colección Los indios de México, de Fernando Benítez.

Comenzó a presentar su trabajo desde 1955 y entre sus principales exposiciones se encuentran Rostros de México (1960), Los niños vistos por Héctor García (1966), Ser y razón de México (Nueva York, 1971), México fraternal (itinerante, 1972), Imágenes clásicas de Héctor García (1978), Orígenes de Nezahualcóyotl (2002) y Mitos virtuales (2003), entre muchas otras.

De hecho, Héctor García es el único fotógrafo mexicano cuya obra se expuso en la muestra anual PhotoEspaña 2005, en Madrid, con una selección de 25 gráficas, que después viajarán a Barcelona y París.

Fotorreportero de varios periódicos capitalinos y colaborador de revistas y otras publicaciones especializadas, también es autor de los libros Escribir con luz (presentación de Juan de la Cabada, 1985) y México sin retoque (con prólogo de Elena Poniatowska, 1987).

Entre los galardones recibidos por García, destacan el Premio Nacional de Periodismo en tres ocasiones (1958, 1968 y 1979) y el Nacional de Ciencias y Artes en 2002. Fue alumno destacado de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa, a quienes pudo conocer durante sus andanzas en los sets de los estudios Churubusco.

Gracias a su vocación viajera y al conocimiento que adquirió del México que le tocó vivir, el fotógrafo pudo tener acceso a figuras como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Frida Kahlo y Diego Rivera.

En un ámbito distinto, pudo fotografiar también a Tin Tan, María Félix, Agustín Lara, Dolores del Río, Pedro Infante, los cómicos de las carpas y las bailarinas de los teatros y cabarets.

Pero también pasaron por su lente los escándalos y milagros que sucedían en las calles, las manifestaciones de los ferrocarrileros, las de los estudiantes en 1968, la vida cotidiana de los indígenas mayas, tepehuanos y coras, y los claroscuros de la modernización que vivió México a partir de los años 50, con sus autos lujosos, al lado de los pobres e indigentes.

Tal vez una de las opiniones más elocuentes sobre su trabajo fue la del escritor francés André Malraux, quien al ver la fotografía tomada por Héctor de un niño indigente tratando de refugiarse en el hueco de un pared, atinó a decir: esta es una de las fotos más crueles de México.