Sociedad y Justicia
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Varones y mujeres ubican sus preferencias más jóvenes que generaciones anteriores

Chicos gays se definen más temprano

Ahora ven la homosexualidad no como algo malo, sino como parte de la condición humana

 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de mayo de 2013, p. 36

En los ojos de un compañero de salón, Gabriel se encontró un día a sí mismo. Tenía apenas 12 años de edad y estaba cursando sexto año de primaria. “No me lo esperaba y en su momento lo quise negar. Pero después me dije ‘de aquí soy’”, recuerda.

Hoy, a sus 15 años de edad recién cumplidos, Gabriel no tiene reparos en admitir abiertamente su homosexualidad, y aunque en este momento no tiene pareja, ya las ha tenido antes, con todo y el miedo que aún siente por sufrir alguna muestra de rechazo.

Como él, cada vez hay más niños y adolescentes que deciden manifestar sus preferencias sexuales de forma pública, y a edades cada vez más tempranas. A diferencia de hace sólo unos pocos años, el Metro, los cines, los parques e incluso las escuelas y las reuniones familiares se han vuelto nuevos espacios ganados por quienes no se asumen como heterosexuales, sin importar si todavía son menores de edad.

Romper con las inercias

El acto de salir del clóset siendo todavía un niño generó reacciones diversas en el entorno de Gabriel. La confianza que tiene con sus padres –y el hecho de que uno de sus tíos también sea abiertamente gay– ayudaron a que la respuesta en su círculo familiar más próximo no fuera tan traumática.

Vivo en Atlatlaucan, Morelos, y aquí eso no es muy común, pero de todas formas yo creo que a los chavos ya les viene valiendo si alguno de sus compañeros es gay, afirma Gabriel en entrevista.

Aunque no hay estadísticas sobre el momento en que los jóvenes no heterosexuales admiten sus preferencias de manera abierta en México, Leonardo Olivos, académico del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, de la Universidad Nacional Autónoma de México, concuerda en que cada vez lo hacen a edades más tempranas.

En el DF lo hacen siendo púberes, de 13 o 14 años. Lo expresan abiertamente, se lo dicen a sus familias o expresan su cariño o erotismo en espacios públicos, pero eso no pasa en otros estados. Cada vez es más frecuente verlos, pero también siguen siendo estigmatizados y violentados, deploró.

Un sondeo realizado en enero de 2012 en Holanda por las asociaciones SOA Aids Nederland y Rutgers WPF reveló que la media en que los jóvenes se decían atraídos por alguien del mismo sexo es a los 16 años, cuando en 2005 el promedio era a los 18. Una tendencia similar ocurre en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá, según el colectivo británico Stonewall.

En el caso de América Latina, una encuesta realizada en 2011 en la ciudad boliviana de El Alto demostró que los adolescentes gays hacen pública su orientación sexual cuando todavía están en educación secundaria, para poder tener pareja a esa edad.

Hugo Bautista, coordinador del grupo de ayuda e información Cuenta Conmigo, considera que la visibilidad pública de los menores de edad que se asumen como gays, lesbianas o bisexuales forma parte de un cambio cultural más o menos reciente, que implica un rompimiento con inercias que hasta hace unos años eran incuestionables.

La diferencia es muy notable y ocurre sobre todo en ámbitos urbanos, donde hay más información. Los chavos de ahora ya no se cuestionan tanto si está bien o mal lo que sienten, sino en vivir su sexualidad y en cómo decírselo a los demás, indica el sicólogo y terapeuta.

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Participantes en la 29 Marcha Lésbico Gay en las calles de la ciudad de México, el 30 de junio de 2007Foto José Carlo González

Poco a poco, dice, “se va generando la percepción social de que sí es posible que haya parejas del mismo sexo a una edad temprana, como a los 13 o 14 años. Los jóvenes no sólo se atreven a decirlo, sino también a tener novios y a ubicar la homosexualidad no como algo ‘malo’, sino como parte de la condición humana”.

Internet, el catalizador del destape

Uno de los elementos que han tenido mayor influencia para visibilizar el fenómeno, coinciden tanto los jóvenes como los especialistas y académicos, es la enorme cantidad de información que corre a través de Internet, y de las redes sociales en particular, donde los usuarios pueden conocer rápidamente a otros y compartir sus dudas y sus experiencias.

Internet ha aportado mucho para que los chavos accedan a la información y conozcan mucha gente que les hable de sus vivencias, para generar redes y vínculos y que ya no sea algo clandestino, afirma Hugo Bautista, quien también pone de relieve la importancia del debate en los medios sobre temas como las sociedades de convivencia o el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Sigue habiendo estigmatización y rechazo, pero Internet ha sido básico para difundir lecturas y datos. En los años 70 la información estaba muy restringida, pero con la red los jóvenes no sólo leen sobre su sexualidad, sino que también escriben, hacen videos o conocen a gente de otros países, indicó por su parte Miriam Brito, fundadora del colectivo bisexual Opción Bi.

Con que yo esté tranquilo, lo demás me da igual

Sentado en una banca de la Alameda Central, mientras toma de la mano a su novio, Alexander –asesor de entretenimiento, de 20 años de edad– está consciente de que los tabúes y el conservadurismo siguen existiendo, pero a mí la sociedad me vale. Conque yo esté tranquilo conmigo mismo y sepa que hago lo correcto, me da igual. No por la demás gente voy a seguir creyendo en algo que no es.

En el mismo tenor, Julieta –estudiante de la Preparatoria 8 de la UNAM– cuenta que se sintió lista para salir del clóset desde que tenía 15 años de edad. Hoy, a los 17, puede enfrentar el desconcierto y hasta el enojo de sus padres con una simple pregunta: “¿Por qué esto no puede ser igual a cuando les digo ‘no me gusta el pescado’?”

A pesar del trago amargo que implicó hablar con su familia sobre este tema, llegó un momento en el que hacerlo fue imperativo, porque yo me sentía orgullosa de ser lesbiana. México sigue siendo conservador y tradicionalista, pero hay algunas personas que ya se atreven a dar ese paso. Van cambiando los tiempos y tienes que aprender más.

Luego de haber vivido una relación muy importante hace unos años, Julieta se dice preparada para intentar algo con una nueva chica a quien no tiene ningún problema en tomar de la mano cuando caminan por la escuela o en la calle. Algunas todavía tienen miedo de hacer esto porque hay mucha homofobia, pero no debemos tener miedo, porque todos somos personas, dice.

Pese a que este fenómeno de visibilidad pública aún está circunscrito a las ciudades grandes, los jóvenes de todas formas siguen ganado espacios para manifestar sus preferencias a una edad temprana, consideró Hugo Bautista.