Opinión
Ver día anteriorDomingo 5 de mayo de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿La Fiesta en Paz?

La entrega de Brandon Campos o recuperar la olvidada bravura torera

Sonora antitaurina, Congreso ridículo

L

os taurinos se niegan a reconocerlo, como con el resto de los problemas que debilitan a la fiesta de los toros, pero así como ha disminuido la bravura en las reses, gracias a criterios ganaderos equivocados por exigencias de dudosas figuras, igualmente se ha rebajado la bravura en los toreros, convencidos de que torear bonito cualquier reme-do de toro equivale a la entrega sin adjetivos ante el auténtico toro con edad, trapío y peligro evidente.

Brandon Campos Medina –el hombre hace al nombre–, es un novillero de Querétaro que a sus 19 años está dispuesto a convertirse en figura internacional del toreo al costo que sea. Triunfador el 17 de abril en el segundo festejo del certamen de novilladas –allá sí invierten en el futuro de la fiesta– que la empresa y Canal Plus organizaron durante ese mes en la Monumental de Las Ventas de Madrid, Brandon se ganó a pulso su inclusión en la gran final de dicho certamen, celebrada el pasado domingo 28, al lado de otros dos triunfadores, Rafael Cerro y Tomás Campos, jóvenes extremeños con celo y con sello.

Por su actitud y carácter, Brandon es heredero en línea directa de los Gaona, Freg, Heriberto, Carmelo y Liceaga, de los que no van a ver si pueden, sino porque pueden –con el medio y con el toro españoles– van. A sólo un año de haber debutado con picadores, Brandon se presentó en Las Ventas, y aun sin toros de la ilusión pudo desplegar su gran variedad capotera y demostró solvencia e inteligencia con la muleta. Además, puso la chispa que les faltó a los novillos, por lo que el jurado decidió votar por él para que estuviera en la final. Mi arma es la entrega. Cuando estás entregado, todo tu concepto se desarrolla mejor. Me gusta mucho torear por abajo. Ojalá sea una tarde de triunfo, que la gente disfrute y que me salgan contratos. Quiero dar de que hablar, declaró Brandon al diario español El Mundo.

La gran final no fue una novillada, sino una auténtica corrida de toros del hierro de Guadaira, animales de imponente encornadura y con media tonelada de peso que, además, resultaron deslucidos, desarrollando sentido y mucho peligro, poniendo a prueba –para eso sirve ese comportamiento– la actitud y aptitud de los alternantes. Por si faltara, sopló el viento toda la tarde.

Con su primero, que sustituyó al manso inicial, Brandon veroniqueó con temple y exhibió seguridad y compostura en los cites no obstante que el toro le avisaba por ambos lados, hasta que en la segunda tanda resultó empalado por el muslo derecho, estando en un tris de llevarse la cornada. Tras esa hombrada y haber acertado al primer golpe de descabello, sólo escuchó palmas. Con su segundo, con trapío pero sin transmisión, Brandon se superó, ahora con enérgicos doblones iniciales y luego con increíbles series por ambos lados, a fuerza de parar, ligar, templar y mandar mucho, dejando siempre la muleta en la cara del burel. Nuevamente fue prendido y magullado, pero sin mirarse la ropa siguió toreando por naturales. En las bernadinas finales sufrió otra maroma. Dejó media estocada, volvió a acertar con la espada corta, tuvo petición de oreja y salió al tercio a agradecer la fuerte ovación. Aquí le hubieran dado orejas y rabo. Ya en el hotel, Brandon se descubrió una cornada de 15 centímetros en el muslo izquierdo, por lo que esa misma noche tuvo que ser operado de urgencia. Pero con esa entrega y esa cabeza tiene todo para sobresalir en el cada vez más enrarecido planeta de los toros.

El Congreso del estado de Sonora, tal alerta como el resto de los congresos de este democrático país, prohibió los festejos de toros en la entidad. Por unanimidad los 32 diputados que lo integran prohibieron las corridas el jueves 2 de mayo al tiempo que aprobaron, en ejemplar congruencia, la Ley de Protección de Animales. Esta prohibición fue apoyada por los diputados del Partido Revolucionario Institucional, del Partido Acción Nacional y del Partido Verde Ecologista, cuyos legisladores propusieron la iniciativa, así como del Partido de la Revolución Democrática y del Partido Nueva Alianza. Chulada de partidos y de sesudos diputados, que la democracia no se anda con cuentos, excepto para eludir asuntos verdaderamente importantes como una distribución menos desigual del agua o resolver los graves problemas ambientales en aquella entidad, donde en los últimos 40 años apenas se celebraron tres corridas en Hermosillo y seis en Nogales, hoy sin turismo por la infructuosa lucha contra la delincuencia.

Si de prohibir lo irrelevante se trata, ahí están los congresos y sus humanitarios diputados; defender, en serio, los intereses de la ciudadanía y del país, ya es otra cosa. En Sonora hubo dos ganaderías de bravo registradas: Trincheras, en el municipio del mismo nombre, y La Misión, en Cananea, y sonorenses famosos, como Obregón y Calles, Ortiz Tirado y María Félix, hasta a las plazas se atrevieron a asistir. Eran otros tiempos y otras personalidades.