Economía
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Deterioro económico y desempleo llevaron al Banco Central Europeo a bajar a 0.5% tasas

El abaratamiento del dinero a bancos en la eurozona no llega al sector productivo
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Marcha de trabajadores en Madrid. Decenas de manifestaciones se han efectuado en España en contra de las políticas de austeridad del gobierno y exigir acciones que resuelvan el desempleoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de mayo de 2013, p. 28

El deterioro de la economía de la zona euro y el aumento del desempleo –que se eleva a una tasa histórica de 12.1 por ciento y que mantiene a casi 19 millones de personas sin trabajo–, llevó esta semana al Banco Central Europeo (BCE) a tomar otra medida inédita: bajó en un cuarto de punto su principal tasa de interés hasta 0.5 por ciento, un nuevo mínimo histórico.

Estamos listos para actuar si es necesario, señaló el presidente del BCE, Mario Draghi. El italiano reiteró así su compromiso de hacer lo que sea necesario para frenar la crisis del euro.

Cuanto más baja sea la tasa de interés, más posibilidades hay de que el crédito de los bancos sea más barato, lo que en teoría debería favorecer el crecimiento. Sin embargo, son pocos los economistas que piensan que la decisión hará una diferencia real en la economía.

Descartan beneficios para países en problemas

La política de tasas bajas no ha dado hasta ahora los resultados esperados y muchos analistas descartaron que la nueva reducción tenga impacto en las golpeadas economías de Grecia, Italia, Portugal o España. De acuerdo con expertos, de poco sirve que se abarate el costo del dinero para los intermediarios financieros –que es el efecto inmediato de la reducción de una tasa de referencia por parte de los bancos centrales– si el crédito bancario no fluye a las empresas, como es todavía el caso en la eurozona.

Los grandes bancos se financian a tasas de 0.5 por ciento en la eurozona o el Reino Unido; y de 0.25 por ciento en Estados Unidos. Los recursos que obtienen a ese bajo costo pueden ser invertidos en activos financieros, principalmente bonos gubernamentales, en países en desarrollo, donde las tasas de interés que cobran alcanzan 6 por ciento anual, como es el caso de México.

El BCE indicó que otorgará a los bancos toda la liquidez que necesiten al menos hasta julio de 2014 y considerará formas para mejorar los préstamos a las pequeñas empresas que desempeñan un papel central en las economías europeas, pero que en muchas naciones tienen problemas para acceder a créditos bancarios.

Los bancos comerciales podrán ahora obtener dinero de los bancos centrales con el interés más bajo desde la introducción de la moneda común en 1999. El BCE espera que el sector financiero aproveche ese dinero barato para abrir el crédito a empresas y particulares. Así el banco central comunitario pretende mejorar la transmisión de su política monetaria para que sus tasas bajas beneficien a todos los sectores de la zona euro.

Ello toda vez que el sur del bloque no está sacando ventaja del costo del crédito tan barato en la misma medida que el norte. En los escasos préstamos que conceden los bancos cobran a las empresas y a las familias más por los créditos que sus pares del norte, debido a los mayores costos financieros y sobre todo a los mayores riesgos crediticios.

La decisión adoptada el pasado jueves por el Consejo de Gobierno del BCE durante su sesión mensual de mayo, era pedida por los países del sur de Europa y rechazada sobre todo por Alemania.

Los mercados daban por hecho la rebaja ante la fuerte caída de la inflación a 1.2 por ciento anual en abril y ante la recesión en la eurozona. Intereses más bajos estimulan la economía, pero aumentan la presión inflacionaria.

Las principales bolsas europeas reaccionaron con fuertes subidas el jueves, tras el anuncio del recorte de tasas, pero luego cayeron durante la conferencia Draghi por la falta de otras medidas de estímulo destinadas a las pequeñas y medianas empresas.

Draghi aseguró que el BCE garantizará a los bancos liquidez ilimitada y a un tipo fijo hasta julio de 2014. La política expansiva del BCE seguirá siendo expansiva todo el tiempo que sea necesario, prometió.

El recorte de tipos de interés anunciado es el cuarto desde que Draghi asumió la presidencia del BCE en noviembre de 2011 y el primero desde julio de 2012, cuando era de 0.75 por ciento, un nivel de por sí bajo. Esta reducción de los tipos de interés adoptada por el BCE los acerca al nivel casi nulo que permanece en Estados Unidos desde 2008, en pleno auge de la crisis financiera internacional.

La necesidad de incentivar la economía ha sido lo que ha hecho que el BCE baje de nuevo su tasa principal, pese a que los economistas temen que no sea suficiente.

El desempleo alcanzó un nuevo récord en marzo, al elevarse a 12.1 por ciento de la población activa total de la zona euro, aunque esa tasa esconde datos dramáticos en algunos países: en España y Grecia la desocupación rebasa el 27 por ciento de la población, mientras en los jóvenes de menos de 25 años el nivel de desempleo es superior a 50 por ciento.

Estos resultados han relanzado el debate sobre la idoneidad de las políticas de austeridad implementadas desde el principio de la crisis de la deuda, para sanear las finanzas públicas. Pero Draghi ha instado una vez más a los gobiernos de la zona euro a que no cejen en su esfuerzo de intensificar la aplicación de las reformas estructurales a nivel nacional ni en la reducción de los déficits públicos, con un esfuerzo en recortar gastos que en aumentar impuestos.