Opinión
Ver día anteriorSábado 20 de abril de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Pobre expectativa económica

Estancamiento en 2013-2014

Rosario: cero en conducta

D

e acuerdo con el calendario negociado entre la autoridad financiera y la Cámara de Diputados, el gobierno peñanietista presentó al Legislativo una suerte de adelanto de lo que en materia económica espera al cierre del presente año y la perspectiva para el siguiente. En ambos casos, las estimaciones oficiales no caminan a la par que el alegre discurso sobre el potencial y la solidez económica del país Por el contrario, las estimaciones sólo confirman que el otrora llamado navío de gran calado se mantiene varado encallado.

La Cámara de Diputados informó que en los denominados precriterios generales de política económica (elaborados por la Secretaría de Hacienda), la dinámica del producto interno bruto (PIB) mexicano para 2013 va a estar determinada por la contribución de la demanda interna (consumo e inversión) y de la demanda externa (exportaciones). De esa forma, estima un menor crecimiento del PIB con respecto del cierre de 2012 (3.9 por ciento), aunque para 2014 anticipa un repunte impulsado por la demanda interna (pero no mucho).

Lo anterior, apuntan los analistas de San Lázaro, porque la economía mexicana continúa expandiéndose a un ritmo moderado. El crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2012 fue el más bajo de los últimos seis periodos, resultado de la pérdida de dinamismo de la demanda externa y la lenta recuperación de la demanda interna. Para 2013 la Secretaría de Hacienda estima un crecimiento del PIB de 3.5 por ciento, y de 4 por ciento para 2014.

A partir de septiembre de 2012 y hasta enero de 2013, apuntan, la inflación general anual disminuyó al disiparse los choques de oferta; sin embargo, en febrero y marzo los precios repuntaron, cerrando el trimestre con una inflación de 4.25 por ciento. Para 2013 y 2014 la Secretaría de Hacienda prevé que el Banco de México logre su objetivo inflacionario de 3 por ciento.

Por lo que toca al sector exportador (uno de los supuestos motores de la economía mexicana), la información reciente revela la pérdida de dinamismo que ha venido registrando la demanda externa. La Secretaría de Hacienda estima que en 2013 la demanda de productos mexicanos en el exterior continúe creciendo, aunque a una menor tasa que en 2012, lo que impactará negativamente.

En 2013, la menor volatilidad de los precios internacionales del petróleo podría estar vinculada, por un lado, a las perspectivas de menor demanda por la fragilidad de la economía mundial y, por el otro, al reducido suministro de petróleo del Medio Oriente por los problemas geopolíticos. Por ello, explica la Cámara de Diputados, la Secretaría de Hacienda decidió no modificar su estimación (86 dólares por barril) para el precio fiscal de la mezcla en el presente año.

La evolución de la economía mexicana ha estado influida por el desempeño de su principal socio comercial y financiero, Estados Unidos. Para 2013, la Secretaría de Hacienda revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía del vecino del norte, como resultado de los posibles efectos adversos que el secuestro del gasto puede causar a su actividad económica, y lo ubicó en apenas 1.9 por ciento. También para 2014 el avance estimado en este renglón se deterioró, al pasar de 2.9 a 2.7 por ciento, lo que sin duda alguna se reflejará en el comportamiento económico mexicano.

De acuerdo a la SHCP, entre los riesgos que presionan a la baja al crecimiento de la economía mexicana se encuentran: menor dinamismo de las economías estadunidense, en particular, y mundial, en general; recrudecimiento de los problemas de confianza asociados a la situación fiscal y financiera en diversos países industriales; y choques adicionales en algunos mercados de materias primas que presionen al alza a algunos precios. Pero la llave mágica –siempre según la versión oficial– es (¡sorpresa!) las reformas estructurales (las consideradas en el Pacto por México), cuya aprobación podría modificar (para bien, desde luego) el panorama económico del país, sin importar la sacudida internacional que no impactarían internamente (parece que no aprenden; sólo hay que recordar aquella tesis del catarrito).

Las rebanadas del pastel

Cero en conducta: al ritmo que lleva, obvio es que primero caerá Rosario Robles que el índice de hambrientos en el país. Si su alianza con la trasnacional Pepsico no le hizo ningún bien, la puntilla puede ser el affaire de sus operadores electorales en Veracruz, con todo y gobernador, quien tampoco atina una. Corren las apuestas... De la lectoría, sobre el líquido oscuro y gaseoso, aliado de la Chayo: “es común leer o escuchar a líderes de opinión que le quitan el peso de los daños a la salud a las refresqueras y retribuyen la responsabilidad de la buena alimentación a los padres de familia; en parte tienen razón, mejor dicho, en una sola parte. Como sicóloga y madre, considero que no meramente se tiene la culpa en casa, ya que debe también considerarse el condicionamiento a la bebida azucarada al que por décadas hemos estado expuestos, involuntaria y/o voluntariamente. Millones de personas en el mundo –sin entender por qué, de hecho– ‘prefieren’ saciar su sed con un refresco (agua gaseosa, ultra azucarada y saborizada) que beber un vaso con agua natural o comer una fruta fresca. Estamos condicionados a una bebida –cual rata de laboratorio– para que ante un estímulo incondicionado (sed) se emita una respuesta (palancazo a la máquina surtidora) y se entregue el reforzador (bebida gaseosa azucarada) que mantendrá condicionado nuestro comportamiento de beber. ¿Y eso qué? Bueno, acá es cuando llegamos a lo más alarmante: millones de litros de agua son convertidos a diario en refrescos, o sea, agua con grandes cantidades de azúcar que nunca volverá a ser agua ‘simple’. Justamente en este punto es pertinente cuestionarse: ¿es correcto que el agua se desperdicie en eso, en el deterioro de la salud de la población? ¿Acaso no debería alguien frenar o limitar eso? ¿Acaso una Cruzada Nacional contra el Hambre no debería también implementar políticas para comenzar a buscar una solución para este círculo vicioso, que no solamente termina con nuestra salud sino también con un recurso tan valioso como el agua? No es sencillo enfrentar al monstruo de las aguas negras, pero valdría empezar fomentando en la casa el gusto por el agua natural, las frutales o con una menor cantidad de azúcares. Por fortuna también se puede condicionar el gusto por estas alternativas naturales” (Ivonne Robledo, [email protected]).