Opinión
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Desde el Otro Lado

El derecho a elegir

E

n Estados Unidos, 41 de sus 50 estados se oponen al matrimonio entre parejas del mismo sexo. Supuestamente, la mayoría de sus habitantes han decidido que el matrimonio debe permanecer como tradicionalmente se ha considerado hasta ahora, entre un hombre y una mujer. Eso no significa que estén en lo correcto, según se deduce de las conclusiones a las que llegaron algunos de los magistrados de la Suprema Corte en sus deliberaciones sobre el asunto.

Todo comenzó con el litigio que en California se inició por la aprobación de una propuesta sometida a un referéndum entre los votantes en ese estado, con el fin de prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo. La propuesta ganó por escaso margen, y por tanto quedaron abolidos esos matrimonios en el estado. Posteriormente se supo que durante los días previos a la votación los mormones, cuyos miembros se niegan a reconocer que el mundo ha superado los prejuicios y el oscurantismo del medievo, emplearon millones de dólares para influir en el ánimo de los votantes en su decisión al respecto. Acto seguido las organizaciones que promueven el derecho a los matrimonios entre personas del mismo sexo se inconformaron debido al carácter discriminatorio e inconstitucional de tal propuesta. Después de varios meses, una corte federal dictaminó que tenían razón, por lo que las organizaciones que están en contra de esos matrimonios apelaron a la Suprema Corte. Es ahí en donde el asunto se delibera actualmente, y se espera que el veredicto se dé a conocer en junio.

Leyendo entre líneas sobre las consideraciones de algunos de sus miembros se deduce que estiman prematuro emitir un juicio sobre este espinoso asunto. Para ellos aún no es tiempo de decidir sobre una cuestión cuya trascendencia va más allá del diferendo entre quienes consideran que hay ciudadanos que tienen todos los derechos y los que creen que éstos están reservados para unos cuantos. Su parecer es que la decisión debe dejarse a cada estado, respetando la soberanía de cada uno de ellos. De ser el caso, la Suprema Corte regresará el asunto a la Corte distrital que previamente había determinado que en California la prohibición de los matrimonios entre personas del mismo sexo es anticonstitucional. En consecuencia, se reanudarán en el estado esos matrimonios.

Acorde con los tiempos, con excepción de algunos estados, existe una gran posibilidad de que en un periodo relativamente corto otros incorporen ese derecho. Entonces la Suprema Corte tendrá mayores elementos para determinar su legalidad como ley suprema.