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Se cumplen 33 años en El Salvador de que el arzobispo fue ultimado

Apremia el presidente Funes a aclarar el asesinato de Óscar Arnulfo Romero
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Ayer comenzaron en la capital salvadoreña los actos para recordar el 33 aniversario de la muerte del religioso Óscar Arnulfo Romero, ejecutado por denunciar la represión militar y la injusticia socialFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de marzo de 2013, p. 25

San Salvador, 23 de marzo.

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, aseguró este sábado que el país sigue esperando la verdad sobre el asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, cometido el 24 de marzo de 1980.

En el caso del homicidio de Mauricio Romero seguimos esperando que la justicia llegue al fondo del caso y revele esa verdad que no sólo se debe a los familiares de monseñor, sino a la Iglesia católica y a todo el pueblo salvadoreño, comentó Funes durante su programa Conversando con el presidente, que transmite Radio Nacional.

Por denunciar la represión militar y la injusticia social, Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba en la capilla de un hospital de enfermos de cáncer del noroeste de San Salvador.

En la víspera de que el país conmemore un nuevo aniversario del martirio del pastor, Funes aseguró que el criminal que disparó actuó bajo órdenes de mentes asesinas de la época, de gente que quería callar la voz de monseñor.

Con el asesinato de Romero y el cierre de los espacios de participación política estalló la guerra civil, que finalizó en 1992 con la firma de acuerdos de paz gobierno-guerrilla.

En 1993 una comisión de la verdad, creada por la ONU, culpó como responsable intelectual del asesinato al mayor del ejército Roberto D’Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), quien falleció de cáncer en febrero de 1992.

Desde que se inició su mandato, en junio de 2009, Funes, primer presidente de izquierda del país, consideró a Romero como el guía espiritual de la nación. El 24 de marzo de 2010 Funes pidió perdón en nombre del Estado salvadoreño a la familia de Romero, a la Iglesia católica y al país.

Fue en vida la voz de los que no tienen voz. Ahora, después de su martirio, siempre será así, resumió el gobernante.

Como medida de reparación, Funes recordó que en 2010 promovió que la ONU proclamara cada 24 de marzo Día Internacional del Derecho a la Verdad y a la Dignidad de las Víctimas de Graves Violaciones de los Derechos Humanos.

Los homenajes de sectores populares y religiosos al obispo mártir, Óscar Arnulfo Romero, comenzaron esta semana en El Salvador, en vísperas del 33 aniversario de su asesinato.