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El ensamble de cuerdas visita por tercera vez el país para ofrecer una serie de presentaciones

Britten Sinfonia propone un sendero innovador para la música de concierto

Celebramos el centenario de Benjamin Britten y 20 años de trayectoria, indica su director

 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de marzo de 2013, p. 6

Somos una especie de novel orquesta para el siglo XXI. Tratamos de mostrar un camino innovador para la música de concierto, expresa David Butcher, director ejecutivo de la Britten Sinfonia, ensamble de cuerdas que visita México por tercera ocasión para realizar una serie de presentaciones.

Ayer ofreció un concierto privado en el Castillo de Chapultepec con motivo de los 70 años de la Fundación Anglo Mexicana y del Consejo Británico. En seguida viajan a Guadalajara y León para presentarse el jueves 21 y el viernes 22, respectivamente, mientras el 23 lo harán en el Palacio de Bellas Artes. El domingo 24 se moverán como dos cuartetos de cuerdas por la ciudad de México para tocar en varios sitios.

Centenario de Benjamin Britten

Este año se celebra el centenario –el 22 de noviembre– de Benjamin Britten, a la vez que la Britten Sinfonia cumplió dos décadas en 2012.

Respecto de qué ha pasado en esos 20 años y lo que les depara el futuro, Butcher contesta: “Supongo que somos conocidos por lo que hemos desarrollado, ser de clase mundial en términos de interpretación.

Por cierto, muchos de nuestros integrantes no son estrictamente de orquesta, sino que tienen carreras de solistas o trabajan con otros grupos.

Sin embargo, acuden a nosotros en forma de orquesta y son increíblemente leales. Ofrecíamos de 70 a 80 conciertos al año, y quizá cinco o seis grabaciones. Por cierto, tenemos un departamento educativo muy movido, así que muchos de nuestros integrantes trabajan en escuelas o en sesiones comunitarias.

La agrupación también toca una amplia gama, todo desde Bach y más temprano, hasta lo más reciente en la música nueva. Asimismo, somos conocidos por trabajar con músicos de jazz y por mezclar el repertorio para hacerlo interesante y divertido para los públicos.

David Butcher, en entrevista, hace hincapié en que la Britten Sinfonia carece de un director formal. Asume este papel el primer violín, que es Jacqueline Shave, descrita como una especie de latido del corazón de la orquesta.

En contraste, invitan a colaboradores de varias áreas de la música del mundo a venir y trabajar con la orquesta, ya sea un tenor, un violinista, cantantes o músicos de rock. De allí que los integrantes del ensamble siempre son los mismos, los que cambian son los colaboradores, cosa que a la orquesta le gusta. Han tocado composiciones de la mexicana Hilda Paredes.

También tenemos sedes en Cambridge, Norwich, Brighton y ahora en el Barbicon londinense y nos hemos vuelto más internacionales, ya que con frecuencia actuamos en países Europa, Estados Unidos y México, claro, pero también en Asia. Pienso que nuestras giras estarán en desarrollo a lo largo de los próximos años, a la vez que la gama de la música que tocamos.

Inspirados por el genio de Britten, Butcher se refiere al nativo de Lowestoft: “Es un personaje interesante, porque es su genio, en términos de lo que representó, lo que hizo, que congenia con lo que hacemos. Por ejemplo, dirigió y ejecutó música del más alto nivel, todo desde Henry Purcell, es decir, de los siglos XVII y XVIII, hasta comisionar muchas obras de música nueva, al igual que nosotros lo hacemos.

También fue, en el sentido moderno, un gran pedagodo: creía en la educación musical. Escribía óperas para niños, quería inspirarlos, cosa que hacemos. Lo otro es su reputación. Trabajó en forma local en el Reino Unido, pero al mismo tiempo se conocía como gran figura internacional de la música, situación que también reflejamos. Así que existen algunas afinidades muy buenas con lo que Britten representó y nosotros representamos.

Preparan encores

El programa que trae la orquesta consta de dos piezas para cuerdas de Britten: Variaciones sobre un tema de Frank Bridge, una de las obras maestras del repertorio de las orquestas de cuerdas, en particular en el Reino Unido, y Serenata para cuerdas, de Chaikovsky, así como otras más breves.

Y si el público pidiera un encore, han preparado algo muy especial. Respecto de los conciertos populares, todavía están por decidir, pero será algo de Britten, de Mozart, tal vez Purcell y de la música folcórica mexicana.