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Destaca Francisco el valor de la misericordia y el perdón entre los católicos

En su primer mensaje del ángelus el Papa pide ser más indulgentes
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Francisco desde el balcón del palacio pontificio en su primer ángelus ante miles de católicos que se congregaron en la Plaza de San PedroFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de marzo de 2013, p. 28

Ciudad del Vaticano, 17 de marzo.

Ante una multitud de por lo menos 150 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro para escuchar sus primeras oraciones del ángelus, el papa Francisco pidió a los católicos que sean más indulgentes y misericordiosos y que no se apresuren a condenar los errores de los demás.

Francisco tuvo este domingo dos presentaciones públicas en las que destacó el valor de la misericordia y el perdón entre los creyentes de la doctrina de Jesús.

Ataviado con la túnica púrpura que usan los párrocos durante la cuaresma, el pontífice ofició misa a las 10 de la mañana en la iglesia de Santa Ana, dentro de los muros del Vaticano.

Al terminar se puso la indumentaria papal y se trasladó al palacio pontificio para pronunciar el tradicional ángelus desde una de las ventanas, de cara a los miles de católicos de todo el mundo que han llegado aquí para acompañar a Jorge Mario Bergoglio el martes, en la ceremonia oficial de inicio de su pontificado, a la cual también asistirán jefes de Estado y de gobierno.

Esta mañana, antes de entrar a la parroquia de Santa Ana, el Papa se detuvo a saludar e intercambiar impresiones con personas que hacían fila frente a una puerta que da acceso al Vaticano y quienes al verlo pasar lo invitaron a que se acercara a hablar con ellas.

Después de unos minutos en que entabló breves diálogos y rió con sus interlocutores, miró su reloj negro de pulsera y alertó: Son casi las 10. Tengo que ir a decir misa dentro; me están esperando. Y efectivamente, en la parroquia de Santa Ana había unas mil personas que lo escucharon durante casi una hora.

Durante la homilía, Francisco aludió por vez primera a la misericordia y el perdón, al relatar la historia evangélica sobre la multitud que quería lapidar a una mujer por haber cometido adulterio y ante la cual se paró Jesús y les dijo: Aquellos que estén libres de pecado, que arrojen la primera piedra. Acto seguido, continuó narrando Francisco, el Mesías le dijo a la mujer: Vete y no peques más.

Al reflexionar sobre el pasaje bíblico, el Papa dijo a los fieles reunidos en la parroquia: creo que nosotros somos a veces como estas personas, que por una parte quieren escuchar a Jesús, pero por otro lado, a veces, nos gusta arrojar piedras y condenar a otros. El mensaje de Jesús es este: misericordia.

Tras concluir la eucaristía, Francisco se dirigió en procesión hacia la puerta principal del templo de Santa Ana y, uno por uno, despidió a los fieles que escucharon la misa, en ocasiones intercambiando algunas palabras.

Bergoglio volvió al interior de la iglesia para vestir la túnica blanca que ha utilizado desde que fue nombrado el miércoles pasado sucesor de Benedicto XVI, y luego se fue al palacio pontificio.

Desde una de las ventanas del inmueble, donde habitualmente los papas pronuncian el ángelus, Francisco se declaró feliz de restablecer la oración y la bendición dominical en el Vaticano, tras una breve interrupción de dos domingos, a raíz de la renuncia de Joseph Ratzinger, el 28 de febrero pasado.

El flamante Papa volvió a hablar de la misericordia, pero en esta oportunidad lo hizo apoyado en la narración de una anécdota que vivió en Buenos Aires en 1992, pocos días después de haber sido elegido obispo.

Al final de una misa dedicada a los enfermos, contó Francisco, una anciana mayor de 80 años, muy humilde, se le acercó. Bergoglio le preguntó que si era su deseo confesarse, a lo que ella respondió afirmativamente.

Pero si usted no tiene pecado, reviró el entonces obispo y ella respondió: todos tenemos pecados.

Entonces él le dijo: pero quizás el Señor no los perdona. Y ella una vez más: El Señor perdona todo.

Luego, Bergoglio le preguntó: ¿Cómo está segura de eso, señora? Y ella replicó: Si el Señor no perdonara todo, el mundo no existiría.

Sorprendido por las respuestas de la anciana, Bergoglio relató haberle preguntado: Dígame, señora: ¿usted ha estudiado en la Universidad Gregoriana?, aludiendo a la institución romana donde se formaron varios pontífices.

Bergoglio sonrió ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y en su reflexión final, afirmó:

Esa es la sabiduría que da el Espíritu Santo: la sabiduría interior hacia la misericordia de Dios. No olvidemos esto: ¡Dios no se cansa jamás de perdonarnos, jamás! El problema es que nosotros nos cansamos, nosotros no queremos, nos cansamos de pedir perdón.

Y remató: Él es un padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón de misericordia para todos nosotros. Aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos.

Las afirmaciones del pontífice fueron hechas días después de que Bergoglio fue acusado desde Argentina de no haber protegido a dos sacerdotes que fueron secuestrados y torturados por militares en los años de la dictadura en ese país sudamericano, de 1976 a 1983.

Uno de ellos, Orlando Yorio, murió en 2010, y el segundo, Francisco Jalics, retiró toda acusación a Bergoglio, quien en los años de la dictadura era el director de la Compañía de Jesús en su país natal.

No obstante, el periodista argentino que publicó esa versión en 2005, Horacio Verbitsky, ratificó hoy la veracidad de su investigación, publicada en el libro El silencio, y rechazó que su trabajo sea parte de una campaña de la izquierda anticlerical, como la describió el viernes pasado el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, al desechar las acusaciones contra el primer papa nacido en América.

Envía primer tuit

En tanto, el papa Francisco envió hoy su primer mensaje en la red social Twitter a través de los nueve perfiles idiomáticos heredados por Benedicto XVI para agradecer a los fieles y pedirles que continúen orando por él.

Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí. Papa Francisco, fue el texto de su primer tuit, apenas cuatro días después de haber sido elegido líder máximo de la Iglesia católica.

Apenas el sábado el sacerdote argentino que trabaja en la oficina de Internet del Vaticano, Lucio Ruiz, le regaló un dispositivo móvil de tableta a Bergoglio, según informó el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales a través de su cuenta de Twitter.

No se esperaba un desembarco tan rápido de Francisco en la red social, donde Benedicto XVI inició su camino el 12 de diciembre pasado.

Actualmente el Papa tiene nueve perfiles idiomáticos en Twitter: español, inglés, alemán, italiano, francés, portugués, polaco, latín y árabe, para un total de tres millones 520 mil 828 seguidores.

Las cuentas más populares son la de lengua inglesa con un millón 905 mil 960 seguidores, la española, con 838 mil 222; la italiana, con 392 mil 508; la portuguesa, con 107 mil 501, y la francesa, con 84 mil 964.