Estocolmo, 4 de marzo.

Decidida a aventurarse ante una cultura y estilo de vida distintos, la mexicana Andrea Domínguez Barbosa realiza sus estudios de posgrado en salud pública en el Instituto Karolinska, con sede en esta ciudad.

En entrevista con La Jornada, la joven originaria del Distrito Federal detalla que eligió Suecia para continuar sus estudios porque obtuvo una beca financiada por ese instituto.

Tras varios meses de estancia (llegó en julio del año pasado) en esa institución, tiene la certeza de haber tomado la decisión correcta: Se dice que en Estados Unidos está lo mejor de la investigación, pero no es lo único. Los mexicanos debemos ampliar nuestros horizontes y valorar instituciones de otros países, también de alta calidad.

Egresada del Tec de Monterrey y ex coordinadora del área de investigación en el Centro Especializado en Diabetes de México, Domínguez Barbosa detalla que más de 60 por ciento de los alumnos que cursan el posgrado en Karolinska provienen de otras naciones; sólo dos son mexicanos.

Programa académico más completo

Su elección era Europa y al analizar las diversas posibilidades se dio cuenta de que el programa académico más completo era el de Karolinska. De inmediato buscó opciones de financiamiento: acudió al Banco de México, al instituto sueco y al Consejo de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Fue Karolinska la primera en responder su solicitud, así se convirtió en una de los cuatro estudiantes beneficiados en 2012 con una beca completa que cubre el pago de la colegiatura: 90 mil coronas suecas (cerca de 200 mil pesos mexicanos) al semestre.

Andrea Domínguez ha descubierto que Estocolmo es una de las ciudades más caras de Europa; se sostiene gracias a sus ahorros de varios años y al apoyo de su familia. Otro obstáculo que enfrenta es el clima: De repente no encuentras por qué estás deprimida, y cuando volteas hacia el cielo la respuesta está ahí, en la falta de luz. Otoño e invierno son muy oscuros.

Durante una visita a la sede del Instituto Karolinska, a invitación del gobierno sueco, La Jornada pudo charlar con Andrea Domínguez, joven desenvuelta y, durante la plática, animada y por momentos muy risueña. ¿El motivo? No todos los días tiene la oportunidad de hablar en español.

Diferencias en el área educativa

Destaca las diferencias entre el sistema educativo sueco y el mexicano. En México cada año o semestre llevas todas las materias al mismo tiempo, divididas en horas, y al final haces varios exámenes. En Suecia es una de tiempo completo, es decir, en tal fecha inicia la primera y cinco semanas después termina, para empezar de inmediato la otra. Este sistema me ha funcionado, porque me concentro en un solo tema, en un solo proyecto, y al final en un solo examen.

Para la joven, el sistema de salud pública nacional no debe ser el proyecto de una persona o un partido, sino de muchas vidas, el de un país. Por ello, al concluir su maestría seguramente buscará realizar un doctorado en esa área, enfocado al liderazgo. No sólo se trata de pedir dinero, sino de sentarte a convencer y a negociar.