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Ofreció una conferencia en el contexto de la Cátedra Religión y Sociedad

Dejemos el egocentrismo del yo soy el que vale, pide Carmen Rovira Gaspar

El medievo, como muchos piensan, no fue una etapa de ignorancia y oscurantismo, desarrolló un pensamiento del cual surgieron teólogos y filósofos, como Tomás de Aquino y Averroes, señala

 
Periódico La Jornada
Sábado 2 de marzo de 2013, p. 3

Con el título Nominalismo y crisis del medievo, María del Carmen Rovira Gaspar dictó una conferencia en el Centro Universitario Cultural, en el contexto de la Cátedra Religión y Sociedad, la cual giró, entre otras cuestiones, en torno a las distintas tesis paradigmáticas propuestas por Tomás de Aquino y Averroes, este último considerado el filósofo árabe más relevante de la Edad Media.

La especialista explicó que el medievo no fue un periodo, como muchos piensan, de ignorancia y oscurantismo, sino una época en la cual se desarrolló una importante filosofía que influyó en el Renacimiento y en la que surgieron importantes teólogos y pensadores, como De Aquino y Averroes, quienes en su momento propusieron modelos paradigmáticos de pensamiento, opuestos entre sí.

Detalló, cómo ambos estudiosos basaron sus ideas en Aristóteles, pero mediante diversas interpretaciones. “Frente a las propuestas de carácter metafísico-ontológico de Santo Tomás de Aquino, se presenta el nominalismo del franciscano Guillermo de Ockham y el modelo de Averroes, el cual es más materialista y dio lugar a lo que se conoce como el averroísmo latino, produciendo con ello una crisis en el espacio metafísico ontológico”, apuntó la filósofa Rovira.

Explicó cómo el averroísmo latino también dio lugar a la teoría de la Doble verdad, la cual postula: lo que es cierto en filosofía es falso en teología y lo que es cierto en teología es falso en filosofía, modelo de pensamiento que fue condenado y perseguido por la Iglesia católica.

“Cuando hablo de crisis –comentó María del Carmen Rovira a La Jornada– me refiero a que se debe a la lucha entre paradigmas, entendidos no en el sentido platónico, como eternos e inmutables, sino por el contrario, paradigmas que cambian el pensamiento y a la sociedad, y que el sujeto de ese cambio es el hombre mismo.

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María del Carmen Rovira Gaspar y Miguel Concha Malo, en el Centro Universitario Cultural, donde la filósofa e investigadora de la UNAM abordó el tema Nominalismo y crisis del medievoFoto Marco Peláez

“Guillermo de Ockham –dijo– fue un franciscano que criticaba al Papa y se opuso al paradigma de Tomás de Aquino, lo que generó un nuevo paradigma sumamente importante, porque es una nueva visión de la vida de Jesús.”

El nominalismo, se debe entender, explicó la maestra, como aquello que se opuso a las ideas de Santo Tomás. Según Tomás de Aquino, los conceptos universales tenían una existencia de carácter metafísico y, para Ockham, son simples nombres, de ahí viene el nominalismo.

El hombre es el responsable

Para Rovira Gaspar, “el paradigma puede presentarse en sí mismo y en relación con la época en la que surge, junto con valores éticos positivos y negativos. La cuestión es: ¿quien plantea el paradigma?, pues el hombre mismo, respecto del contexto en el que vive, y son varias las causas.

“Hoy día –aseveró la especialista– también hay una lucha de paradigmas que encierran valores morales positivos, pero hay otros que presentan valores morales negativos. Antes he dicho, que es el hombre el que plantea los paradigmas, entonces él es el responsable.

“Hemos caído en un terrible materialismo, no me refiero al dialéctico, nosotros nos hemos vuelto materialistas. El egoísmo, la miseria, la manera en cómo se maneja el mundo económicamente, la concepción material de la vida, en la que lo que vale es el dinero, la apariencia, la falta de justicia, todo ello es porque nos hemos alejado del amor a los otros.

Dejemos el egocentrismo del yo soy el que vale. Eso es lo que nos ha empequeñecido, lo que ha hecho que surjan una serie de paradigmas terribles.