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Angélica Rivera y Rafael Tovar y de Teresa encabezaron el homenaje en Bellas Artes

Versátil y dedicado, Cordero fue leal a su público y a su profesión

El actor, quien falleció el martes pasado, fue respetado por derecho propio, admirado por su trabajo y querido por su enorme cariño a lo que hacía, afirmó el presidente del CNCA

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María Cristina García Cepeda, Rafael Tovar de Teresa y Angélica Rivera, entre otros de los asistentes a la ceremoniaFoto Notimex
Periódico La Jornada
Viernes 22 de febrero de 2013, p. 8

Como un actor versátil, dedicado, confiable, dueño del personaje al que le daba voz y cuerpo, definió Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), a Joaquín Cordero, en en el homenaje que se le rindió ayer en el Palacio de Bellas Artes.

La herencia que nos deja es muy grande y se hará más con el tiempo, aseguró el titular del CNCA.

Destacó que Cordero tuvo la oportunidad de encarnar diversos personajes emblemáticos en el cine: desde el médico citadino que regresa a su pueblo natal en El río y la muerte, de Luis Buñuel, hasta el pendenciero del rancho en Yo soy gallo donde quiera, o el amigo de Pepe El Toro al dar vida a Lalo Gallardo, boxeador que, fiel a sus principios, muere accidentalmente en el ring.

Cordero hizo de la lealtad a su público y a su profesión la causa de una de las trayectorias más sólidas. Fue respetado por derecho propio, admirado por su trabajo y querido por su enorme cariño a lo que hacía, afirmó Tovar y de Teresa.

El cuerpo de Joaquín Cordero arribó al vestíbulo del recinto en punto de las 12 horas. Fue recibido con calurosos aplausos de decenas de asistentes que acudieron a darle el adiós a una de los últimas figuras de la llamada época de oro del cine mexicano.

La primera guardia de honor ante el féretro del polifacético actor la realizaron Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto; Rafael Tovar y de Teresa; María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y los hijos del actor: David, Antonio, Gabriel y Claudia.

En la ceremonia, un ensamble de cuerdas interpretó Caravana sentimental, que hizo más emotivo el momento.

A las afueras del Palacio de Bellas Artes, desde antes del meiodía, largas filas de seguidores del actor aguardaban para dar el adiós.

Una de estas formaciones abarcaba la guarnición de la Alameda Central; en ella se podía ver a hombres, mujeres y niños con, carteles en los que se leía adiós y fotografías del fallecido histrión.

El Sol a plomo no desanimó a las personas, que fueron testigos del desempeño actoral de Joaquín Cordero.

El féretro del actor salió del Palacio de Bellas Artes a la una de la tarde al grito de te queremos, Joaquín, te queremos, entre aplausos y porras, entre otras muestras de cariño.

Joaquín Cordero falleció el pasado martes, víctima de un paro respiratorio, a los 89 años de edad. Realizó más de 170 películas a lo largo de sus casi siete décadas de trayectoria.

Cordero alternó con estrellas de la talla de Pedro Infante, Pedro Armendáriz, Marga López y Sara García, personas con las que convivió, aprendió y a las que acompañó en diversas cintas.

Entre sus películas más conocidas figuran Quinto patio (1950), de Raphael J. Sevilla; Las dos huerfanitas (1950), de Roberto Rodríguez, Pepe El Toro (1953), de Ismael Rodríguez, y El libro de piedra (1968), Carlos Enrique Taboada), entre otras.

En 1951 recibió el premio Ariel a mejor coactuación masculina por la película Las dos huerfanitas.

(Con información de Notimex)