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La explosión
Favorable, la recuperación de los heridos
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de febrero de 2013, p. 4

Con un collarín, adolorido y con diversas cicatrices en el rostro llegó Juan Antonio Barriles al Hospital Central Sur de Pemex. Es uno de los lesionados del percance ocurrido la tarde del pasado jueves en el edificio B2 del complejo administrativo de la paraestatal.

Lo dieron de alta desde el viernes del Hospital Central Norte en Azcapotzalco, pero como siente dolor, acudió al nosocomio de Picacho para que le tomaran unas placas. Al salir comentó que todo salió bien. Sus molestias son resultado de los golpes que recibió en diversas partes del cuerpo.

No sabe qué le pegó ni cómo. Tampoco se dio cuenta de nada. Creo que me desmayé. Cuando abrí los ojos estaba entre escombros. No obstante, se pudo levantar y salir del edificio. Como la mayoría de los heridos, Juan Antonio se encontraba en la planta baja del inmueble, ya que trabaja en el área de recursos humanos.

Comentó que luego de sus radiografías se coló a la zona donde se encuentran internados algunos de sus compañeros. Los vi bien, despiertos, dijo.

Además de Juan Antonio, en diferentes momentos de la mañana salieron algunos de los familiares de los lesionados en busca de alimentos y para llevar a los pacientes objetos de aseo personal. En general, las noticias eran alentadoras por la favorable recuperación de sus parientes.

Uno de ellos fue Arturo Cruz, esposo de Noemí Martínez Herrera, quien sufrió fractura múltiple en la pierna izquierda y el viernes todavía se encontraba en terapia intensiva. Ayer ya había sido cambiada a piso y, de acuerdo con su esposa, estaba mucho mejor. Los médicos todavía no lo dieron fecha estimada para su egreso.

Salieron de terapia intensiva

Hasta el mediodía del sábado, cuatro de los cinco pacientes que estaban en terapia intensiva en este nosocomio ya habían sido cambiados a una cama en piso. Ninguno fue dado de alta todavía, al menos no en la hora habitual de esta unidad médica de alta especialidad, porque los médicos dicen que es mejor que las cámaras (fotográficas y de televisión) no los vean, porque luego salen como las víctimas de la explosión, comentó una mujer, cuyo esposo es uno de los lesionados en el percance.

Por ser fin de semana, la actividad del hospital se limitó a las entradas y salidas de familiares de personas internadas por alguna enfermedad o cirugía ajena al accidente del jueves.