Opinión
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Ruta Sonora

La esencia de 2012 (electrónica II)

E

n pasada entrega, este apartado seleccionó lo más preciado en grabaciones de electrónica de 2012, cercanas al arte sonoro. En segunda parte, ese mundo sigue presente, pero con un enfoque más hacia baile, ya sea íntimo o masivo: tendencias retro y de yuxtaposición que seguirán marcando al 2013, una vez pasada la fiebre dubstep.

14. VCMG. Ssss. Vince Clark y Martin Gore (Clark, ex integrante y Gore aún con Depeche Mode), sin la invasión de vocalista alguno, deschongan pista con un minimal-tech llano y directo, con lo mejor que estas dos leyendas saben hacer: beats duros del primero, armonías profundas del segundo. Hipnosis asegurada.

15. Liars. WIXIW. El trío angelino afamado por sus exploraciones punk-rock-ruidosas, da un giro hacia la rocantrónica oscura: sintetizadores, reverberadas y siniestras voces, ambientaciones melancólicas; percusiones tribales, agonizantes, motorik. Extraordinario y disfrutable vuelco.

16. Dan Deacon. America. De Baltimore, su intrincado experiment-pop deja lo cerebral de discos previos y pasa al frente emociones, corazón, mediante ambientaciones dinámicas, ya no sólo digitales, sino instrumentales: timbres alegres, optimistas, viajeros, cual si sacara la fiesta a la campiña, al lago, al bosque.

17. Daphni. Jiaolong. Proyecto alterno del canadiense Daniel Snaith (Caribou), donde se muestra más espontáneo y flexible, para tronar la pista con un prog-house creativo, menos sutil de lo usual, sin llegar a lo explosivo. Excursiones de sonidos exóticos y lúdicos, lo hacen plácido y adictivo.

18. Matthew Dear. Beams. Viejo conocido del microhouse dosmilero, es fiel a sus obsesiones 70-80eras, con más instrumentos cercanos al rock, sin dejar la dinámica digital del beat, esta vez con voces difuminadas, misteriosas, como no queriendo ser desveladas. Groove atmosférico, melódico, sensual y harto flotador.

19. Grimes. Visions. La canadiense de voz aniñada Claire Boucher debuta con exitoso y creativo álbum, a la vez accesible y oscuro, lleno de ecos, teclados y timbres electro-soñadores que llevan su synth-pop del vuelo blanco a la pesadilla cyber-cósmica con el mismo encanto. Hitazo popantrónico del año.

20. Crystal Castles. III. El explosivo dueto canadiense le baja a su 8-bit para ofrecer un tercer plato socialmente comprometido. Sus usuales beats duros, crudos e industriales prevalecen, ahora menos por el júbilo festivo y más por el drama, el coraje-protesta y la frialdad. Voces deslavadas, penumbra, claustrofobia. Gran entrega.

21. Black Moth Super Rainbow. Cobra juicy. Con una década figurando en el circuito indie, este combo de Pennsylvania sigue en la línea de sus bellos y delicados discos de sicodelia sintética. Voces con vocoder, electropop caramelo, caleidoscopios en lo-fi, beats procedentes del rock. Jugosísimo planeo sideral.

22. Julia Holter. Ekstasis. Esta compositora, multiinstrumentista y cantante angelina combina la electroacústica contemporánea con el indie para generar un verdadero éxtasis y relajación espiritual. Ambient-pop volátil, de profunda paz y ensueño, sobre sintetizadores chispeantes y múltiples nubes de imaginería pagana.

23. John Talabot. fiN. Calificado como dance Balear, este productor barcelonés genera ambientaciones decoloradas, synth-disco bajado de pitch y deep-house de bajo impacto, para hacer sentir la arena bajo las plantas y parir atardeceres. Suavecillo, meticuloso, sofisticado.

24. The 2 Bears. Be strong. De Londres, el cantante y productor Raf Daddy y el productor Joe Goddard (Hot Chip) incitan al baile y llenan de emotividad la pista, con elegante multi-groove: del 2-step-garage al dancehall, el soul y el Chicago-house. Timbres peculiares y sentidas vocalizaciones llaman a celebrar la vida.

25. Totally Enormous Extinct Dinasours. Trouble. De Oxford, Orlando Higginbottom debuta y refresca pistas de bajo impacto con una electrónica dulce que combina épocas y texturas: pianos del viejo acid, hi-hats del Euro-disco, líneas de bajo a lo Detroit-tech, con procesos de software actual. Miel para el soft-raver.

Otros destacados: De Italia, el tech orgánico, rico, explorador, de Voices from the Lake, con disco homónimo. Smalhans, del experimentado noruego Lindstrøm y su efectivo leftfield-house-disco. El ya clásico chileno-alemán Ricardo Villalobos y su hipnótico microhouse, con Dependent and happy. Ricura que combina música cubana con dubstep-tech etéreo: Mala en Cuba, del londinense Mala. El sofisticado pop-electro-R&B de la inglesa Jessie Ware y su Devotion. Soul & tronic playero con los angelinos de Poolside y su Pacific standard time. De Seattle, indie-trónico de claridad pop con el espacial Kill for love de Chromatics. Más delicadeza indie-pop-trónica con Shrines, de los canadienses de Purity Ring.

Twitter: patipenaloza