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Manifestación en el puerto de Iskendrun contra la militarización de la zona fronteriza

Misiles de la OTAN llegan a Turquía para disuadir posibles ataques desde Siria

Enviado de la ONU no logra ni un brillo de esperanza en el conflicto: líder de la Liga Árabe

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Turcos protestan contra el despliegue militar en la frontera con SiriaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 22 de enero de 2013, p. 27

Iskendrun, 21 de enero. La primera de seis baterías de misiles que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) instalará para disuadir a Siria y responder a un eventual ataque a Turquía, llegó hoy procedente de Alemania al puerto de Iskendrun, donde opositores a la militarización de la región realizaron una pequeña, pero ruidosa protesta.

El buque Suecia Seaways, de bandera danesa, descargó en el puerto de Iskandrun la pieza de artillería, así como vehículos militares camuflados, enviados desde Alemania, uno de los tres países que aportaron los cohetes Patriot, junto a Holanda y Estados Unidos.

El despliegue de equipos y soldados que manejarán el armamento –capaz de interceptar misiles y aeronaves– comenzó con el despliegue estadunidense en la base aérea militar de Incirlik, el 4 de enero pasado. Las seis baterías –dos por cada país mencionado– estarán listas para su operación en los primeros días de febrero.

El jefe del grupo militar que se encarga del sistema de misiles de Alemania, el coronel Marcus Ellermann, dijo que los cohetes son un claro signo de disuasión para Turquía.

Unas 150 personas, miembros del Partido Comunista, protestaron en el puerto de Iskendrun contra la instalación de los misiles porque acentúan la escalada militar regional.

El despliegue de los misiles ocurre en momentos en que la guerra se intensifica en la región noroeste, cerca de la frontera con Turquía, y al tiempo que el jefe de la Liga Árabe, Nabil Arabi, advirtió de la escasa fortuna de la diplomacia para detener el conflicto, que tiene cada vez más factores internacionales.

Lakhdar Brahimi, el enviado de la Organización de Naciones Unidas (ONU), no ha conseguido hasta ahora ningún brillo de esperanza, dijo Arabi, quien apremió al Consejo de Seguridad a detener lo que calificó de baño de sangre.

Brahimi se reunió hoy en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, después de haber concluido una gira de dos semanas en la que no pudo concertar un diálogo entre las partes ni logró un acuerdo ruso-estadunidense respecto del problema.

Las condiciones del conflicto obligaron hoy a Rusia –principal aliado de Siria– a disponer el retiro de un centenar de rusos a través de Beirut, Libano. Frente a las costas libanesas y sirias, sobre el Mediterráneo, Moscú también tiene desplegados barcos para participar en ejercicios navales.

Paralelamente al crecimiento de los medios disuasivos en el Mediterráneo, los opositores políticos en el exilio y sus aliados armados que combaten al ejército sirio en el terreno no pudieron ponerse de acuerdo en Estambul para designar un jefe de gobierno interino y su gabinete.

Al concluir tres días de deliberaciones, la Coalición Nacional Siria de las Fuerzas de Oposición y la Revolución decidieron aplazar indefinidamente la decisión, a pesar de que el 28 de enero tiene el compromiso de presentarse a una reunión de países amigos, encabezados por la Unión Europea, Estados Unidos y las monarquías del golfo Pérsico, incluida Qatar, que hoy anunció una donación de 20 millones de dólares para los opositores.