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Es una comedia de humor ácido con muchas sorpresas, afirma

Andrés Bustamante incursiona en el cine con El crimen del cácaro Gumaro
 
Periódico La Jornada
Lunes 14 de enero de 2013, p. a14

El crimen del cácaro Gumaro es el debut de Andrés Bustamante en el séptimo arte. En conferencia de prensa, el comediante destacó que la producción ha logrado buen camino gracias a su excelente equipo.

Habrá muchas sorpresas para el público, porque en la historia aparecerán extraterrestres. A la fecha no conozco película mexicana que haya abordado la temática del cine como lo hará esta cinta, con humor ácido, destacó.

Hace tres años inició el proyecto cinematográfico, cuyo guión es de Bustamante, Emilio Portes y Armando Vega-Gil, con la dirección de Portes (ganador del Ariel 2012 por Pastorela), se filmará a partir de este lunes durante nueve semanas en locaciones de la ciudad de México y de Salvatierra.

La cinta aborda la historia de Archimboldo (Alejandro Calva) y su hermano Gumaro (Carlos Corona), quienes regresan a su pueblo para conocer el testamento de su padre Don Toribio, en voz del presidente municipal don Cuino Meléndez (Bustamante).

Estipula que al primogénito, Archimboldo, se le quede un camión de mudanzas, mientras a Gumaro le toca el cine Linterna Mújica con la condición de que logre hacerlo redituable en poco tiempo, de lo contrario, pasará a manos de su hermano.

Ante la resolución de su fallecido padre, Archimboldo se preparará para iniciar una competencia desleal en contra de Gumaro mediante la piratería. Así comenzará una guerra sin cuartel.

Carlos Corona dijo que esta comedia tratará al espectador como un ente inteligente; éste observará y sacará sus conclusiones sin el propósito de que la película sea aleccionadora.

Ana de la Reguera interpretará a Claudianita. Dijo que es difícil hacer comedia. Considero que es el género más complicado. Cuando me mandaron el guión me reía sola, me causaban mucha gracia todos los detalles. No es una comedia que contenga chistes porque sí o parodias, pues el trasfondo es político, de crítica y farsa.

La producción está a cargo de Daniel Birman Rípstein y Christian Valdelièvre.