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Nada es lo que parece, alegoría de la violencia que se vive en diversas partes del país

Con imágenes oníricas, Saldívar recrea una realidad manipulada

En un afán exorcizador, construí fotografías sobre una realidad que me provocaba impotencia y frustración, explicó en entrevista

La exposición también será un homenaje al movimiento análogo que se encuentra a punto de la extinción, manifiestó el artista

Foto
Nada es lo que parece, define el artista, consta de una serie de fotografías en blanco y negro en formato de 35 milímetros
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de diciembre de 2012, p. 2

Una reflexión sobre la violencia que sacude al país es el hilo conductor de la exposición Nada es lo que parece, la cual prepara el fotógrafo mexicano naturalizado español César Saldívar, cuya inauguración será en el Distrito Federal en enero de 2013, aunque aún se gestiona el recinto donde se alojará.

La muestra, creada ex profeso para montarla en México, incluirá más de 25 piezas en gran formato, así como textos y una instalación.

Saldívar, reconocido por inmortalizar a luminarias de la farándula y por el impacto de sus imágenes de rostros y cuerpos desnudos, organiza esta exposición a partir de su preocupación por la violenta realidad del país.

A Saldívar se le conoce también como El fotógrafo del cine español, El fotógrafo del alma o El chamán de la luz natural, y es considerado referente de la fotografía análoga.

En Nada es lo que parece, adelanta el artista en entrevista con La Jornada, más que incurrir en un punto de vista unilateral y crítico para señalar responsables o para frivolizar el tema, deseo contribuir como artista de mi tiempo a formular una reflexión social y un pensamiento activo para cambiar esta realidad, y que nuestro país deje de padecer uno de los peores momentos de su historia.

Las fotografías que integrarán la serie han sido construidas a lo largo de dos años, tanto en Monterrey como en Madrid, donde reside desde hace más de 20 años.

Nada es lo que parece, define el artista, consta de una serie de fotografías en blanco y negro en formato de 35 milímetros, y fue desarrollada para crear un reflexión profunda sobre la violencia en que se encuentra sumergida nuestra realidad social.

El título, prosigue Saldívar, ha sido elegido con base en los elementos que aparecen en las fotografías, en las cuales, de manera onírica, simbolista y conceptual, se recrean imágenes que juegan con la percepción de quienes las observan.

De manera paralela, añade, las piezas son una alegoría de lo que se vive cada día en diversos puntos del país y exhiben una realidad que no sólo ha sido manipulada, sino institucionalizada.

Por estas razones, parece que lo que vivimos es una cosa distinta a lo que creemos o sentimos.

El proyecto de César Saldívar comenzó a gestarse en Monterrey, lugar que visita de manera frecuente y donde ha sido testigo de diversos incidentes relacionados con la violencia.

Por ello, refiere, en un afán de catarsis, totalmente exorcizador, empecé a construir de manera conceptual imágenes sobre una realidad que me provocaba malestar, impotencia y frustración.

Este cúmulo de emociones se manifestó con mayor fuerza en el sentir del artista luego de constatar que la gente que está inmersa en esta terrible realidad es un poco más inmune a lo que sucede a su alrededor.

La sociedad, al minimizar o al ser indiferente ante los hechos o a la información intenta crear una especie de coraza, explica.

En Nada es lo que se parece se plantea una reflexión sociólogica y filosófica, que versa sobre la pregunta: ¿seríamos capaces de vivir sin violencia?, porque ésta se ha convertido en una de nuestras máximas compañeras.

La exposición, manifiesta el artista, también será una oportunidad para homenajear al movimiento de la fotografía análoga, que se encuentra a punto de la extinción.

No debe perderse de vista la tradición y el lenguaje de la fotografía análoga, que se encuentra en un momento crítico, manifiesta Saldívar, quien dice no estar dispuesto, desde un punto humanista, original y académico, a que la tecnología imponga un nuevo ritmo a su proceso creativo.

César Saldívar ha montado tres exposiciones en México: Luz y retrato del nuevo cine mexicano (2001), en el Claustro de Sor Juana; De ida y vuelta (2008), en el Centro Cultural de España, y Perder el norte (2010), alusiva a las mujeres desaparecidas de Ciudad Juárez, la cual estuvo montada en el Palacio de Minería por invitación de la Universidad Nacional Autónoma de México.