Lo mejor es no haber nacido, es una afirmación de la verdad intrínseca de la tragedia absoluta, escribe el ensayista, narrador y filósofo George Steiner (1929) en La muerte de la tragedia, una de sus primeras obras, publicada originalmente en inglés en 1961.

La tragedia clásica escrita por los griegos es única no sólo por su forma y su técnica, sino por su inagotable significado, su economía de medios y la autoridad personal de su invención. Específicamente, obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Steiner realiza un análisis para definir la tragedia a partir de las obras griegas. Expone que se plasma una visión de la realidad en la que el hombre es un huésped inoportuno en el mundo, como alguien no deseado en la vida por lo que sufre un castigo primordial o la enemistad con los dioses.

Ninguna otra polis griega, ninguna otra cultura antigua ha producido nada que se asemeje a la tragedia ática del siglo V. Lo que es más, ésta da cuerpo a una congruencia de energías filosóficas y poéticas tan específicas que floreció sólo durante un periodo muy breve, unos setenta y cinco años o menos, nos introduce en el texto ensayístico.

De acuerdo con Steiner, las obras teatrales que nos transmiten esta metafísica de la desesperación incluiría a Siete contra Tebas, Edipo Rey, Antígona, Hipólito y, de manera suprema, Las bacantes. A partir de su definición, realiza una comparación con las obras dramáticas de escritores posteriores, como William Shakespeare y Jean Racine.

Título: La muerte de la tragedia

Autora: George Steiner

Traducción: Enrique Luis Revol

Editorial: FCE/Siruela

Número de páginas: 288

Precio de lista: 244 pesos

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