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David Cortés y Alejandro González Castillo coordinan la edición del libro

En 100 discos esenciales de rock... se plasman fragmentos la historia de esa música en México
 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de diciembre de 2012, p. a10

El libro 100 discos esenciales del rock mexicano-antes de que nos olviden, coordinado por David Cortés y Alejandro González Castillo, está acotado en su contenido para no levantar falsas ilusiones, lo cual redunda en objetividad, además de que si se hubiera planteado otro fin tardaría años en su elaboración, afirmó en entrevista el segundo de ellos, que pidió que debe quedar claro que se refieren a los discos esenciales y no a los mejores. Esto último hubiera provocado polémica.

En sus páginas se señala: “Este libro no es una historia del rock en México, pero cuenta fragmentos de la misma. Sumados, estos retazos arrojan una imagen aproximada del devenir de este universo sonoro en un país donde practicarlo, ejercerlo y escucharlo, es privativo de una minoría. Aquí se recogen 102 discos que consideramos esenciales para entender la música que un sector de la juventud –minoritario, perseguido, contracultural, combativo– ha hecho suya en los pasados 50 años. Nunca pensamos en los mejores, ni en construir una lista definitiva; entrar en esa disquisición nos hubiera llevado años y probablemente nunca hubiéramos arribado a sitio alguno. En cambio, elegimos una centena de producciones (elepés, casetes, cedés y EP) que marcaron rumbos y giros importantes, en sus diferentes corrientes, para el rock mexicano.

Además de sistematizar una información que se encuentra dispersa, en el libro se han reunido producciones discográficas de las diferentes vertientes sonoras que se han registrado en el rock mexicano desde su aparición hasta el 2011, en que cerramos el recuento. Hay, por tanto, álbumes de rock pop, metal, punk, progresivo, ska, experimental, etcétera. No creemos haber agotado todas las corrientes que han contribuido al poderoso caudal de lo que ahora conocemos como mexicano, pero sí hemos hecho una selección representativa de los discos más importantes en las diferentes vetas existentes en esta música.

Página tras página se reproducen las portadas de los ídolos juveniles, algunos de copete envaselinado, pantalones y chamarras negras, sobre autos deportivos o aquellos de lámina gruesa que prestó el papá o el abuelo. Un análisis de las letras de las rolas de ayer y hoy es que en general deja” mucho que desear, lo cual puede deberse a que el grado de estudios de los músicos, en general, no era muy alto. Esto duele, expresó González Castillo.

Compilación de varias décadas

En la charla, realizada en Cassava Roots de la Condesa, el entrevistado expuso que el libro arranca con un disco de Los Locos del Ritmo, el primero, se llama Rock, de 1960, y termina con un acoplado de punk palapastroso, editado en 2010, titulado Brutales matanzas. O sea, allí hay varias décadas de historia de los que han hecho esta música en México, los que la consumen y la han grabado y tocado en el Vive Latino, en las cantinas clandestinas, en el Foro Sol, en el Palacio de los Deportes, en El Plaza Condesa, así como en Pantitlán, Ecatepec, hoyos funky, Tultitlán. Se cita una buena cantidad de géneros, como el rupestre, tecno, pop, ska... un poco de todo. Esta obra incluye un catálogo escrito por Antonio Malacara.

A la década de 1990 se le llama la época dorada del rocanrol, pero nosotros no estuvimos de acuerdo en que fuera dorada. Si estuvieron César Costa y Alberto Vázquez, por ejemplo....

Reflejo de lo que hacían otros grupos

Agregó: “Más bien, como que nos nos interesaba y si consideramos que el disco de los Locos del Ritmo en menos de dos minutos transgrede líricamente el momento y refleja lo que hacían otros grupos. Ellos se apropiaron de La cucaracha, que ya es un intento de elaborar un rock mexicano. Como ejecutantes iban un poco más allá que el resto de su camada. ¡Claro!, podemos citar como importantes a Los Sinners y Los Apson, pero no le llegan a Los Locos. Se trata de un disco muy difícil de encontrar y no se le localiza ni en El Chopo. Si alguien lo halla tiene que gastar algunos billetes de a 200. Eso pasa con esta obra, pero hay otros, de los incluidos en este libro.

Colaboran 35 plumas, entre periodistas, músicos y coleccionistas de discos. También hay músicos que son periodistas, y viceversa. Hay rigor, contacto directo con la fuente. Todo lo anterior, ayuda porque desmitifica y proporciona objetividad. Afotunadamente, la gran mayoría de los protagonistas del rock mexicano siguen vivos, lo cual acerca a la realidad.

Señaló que decir cual es el mejor disco de rock mexicano no sólo es difícil, sino ingrato. Y esto a pesar de que el mundo se acabará este 21 de diciembre.