Propone “replantear’ la relación del tricolor con la Presidencia de la República
Miércoles 12 de diciembre de 2012, p. 7
En una sesión de trámite, en la que se eligió a mano alzada a César Camacho Quiroz nuevo presidente del PRI, el mexiquense advirtió que su regreso al poder no debe significar la utilización del gobierno, pero tampoco la suplantación del partido por quien gobierna desde la Presidencia. Lanzó duras críticas a las dos administraciones panistas previas, porque no supieron, y a veces no quisieron gobernar
, y vaticinó triunfos electorales del priísmo en 2013.
Como en los tiempos del dedazo, Camacho llegó ayer como candidato único a la dirigencia nacional ante el Consejo Político Nacional, al que asistieron 814 integrantes que abarrotaron el auditorio Plutarco Elías Calles de la sede priísta, y de forma disciplinada aceptaron la decisión adoptada en las cúpulas, que incluyó la designación de la yucateca Ivonne Ortega como secretaria general del partido.
A los nuevos dirigentes se les identifica como cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, lo que le garantizaría tener el control del partido.
Sin música ni matracas
Para esta cita el PRI prescindió de la gente de colonias populares; no hubo matracas, tampoco música, muy lejos del ambiente de jolgorio visto en relevos pasados, como el de María de los Ángeles Moreno, presidenta del partido en el inicio del gobierno de Ernesto Zedillo, quien entregó la banda presidencial al PAN.
A su regreso al poder presidencial, el guión priísta se desarrolló ahora sólo en el auditorio y entre los que legitiman las decisiones. Cuando cada uno rindió protesta, hubo gritos, aplausos y algunos vivas, aunque daban la impresión de que se lanzaban por compromiso.
El relevo de Pedro Joaquín Coldwell sirvió para reunir a la añeja clase política del PRI, ya reinstalado en la Presidencia. Ahí se saludaron, se abrazaron con entusiasmo y se cuchichearon ex dirigentes como Ignacio Pichardo Pagaza, Humberto Roque Villanueva, Moreno Uriegas, Mariano Palacios Alcocer, Roberto Madrazo y Beatriz Paredes.
De esta lista de ex presidentes el único ausente fue Humberto Moreira, quien fue elegido para el periodo 2011-2015 pero sólo ocupó nueve meses el cargo, tras el escándalo por la millonaria deuda contraída cuando era gobernador de Coahuila.
Ante gobernadores, dirigentes estatales y municipales, y de los sectores del partido, lo mismo que legisladores, Camacho Quiroz pasó de reivindicar el papel del PRI en la modernización del país a los señalamientos contra 12 años de panismo.
Afirmó que los beneficiarios del cambio supusieron que su sola llegada a Los Pinos resolvería por ensalmo los problemas. La banalización del gobierno, primero, y la intransigencia, después, crearon una administración más grande y costosa que no ofreció más ni mejores resultados
.
Acusó a los gobiernos panistas de haber ocasionado el deterioro de la vida del país, porque “nos robaron la tranquilidad, la política entró en desuso y nuestro prestigio internacional vino a menos.
So pretexto de un gobierno dividido no supieron, y a veces no quisieron, gobernar. Fueron una alternancia sin alternativa y el saldo es la decepción
, expresó.
Incluso, desde su perspectiva, si en ese océano de improvisaciones el país no naufragó, fue por la madurez de la sociedad civil y la solidez de las instituciones construidas durante el priísmo
.
Lo más cercano a la autocrítica fue cuando el ex gobernador del estado de México, quien comenzó su carrera política de la mano de Emilio Chuayffet, reconoció que el tricolor aprendió de sus errores.
Propuso replantear
el papel del tricolor con la Presidencia de la República recuperada. El PRI no es ni quiere ser el partido del gobierno, sino partido en el gobierno
, dijo durante su unción, en la que también se aprobó la celebración de una asamblea nacional en fecha por definir.
Adelantó que los priístas acompañarán las propuestas que presente el gobierno de Peña Nieto, de quien, dijo, no duda en reivindicar su militancia, pero sin confundir la imparcialidad a la que está obligado por ley.
Aunque intentó marcar una distancia con el Ejecutivo federal, su discurso incluyó diversos reconocimientos a Peña Nieto. Lo describió como el activo más valioso y que con el PRI, como su principal aliado, en este 2012, ha recomenzado el siglo XXI para México
.
Trazó las metas del próximo año: buscar la victoria en 14 procesos electorales locales, sin excesos triunfalistas
, lo que implica dar la pelea para ganar una gubernatura, 467 diputaciones locales y mil 348 ayuntamientos.
La sesión ordinaria, con siete puntos a tratar, fue desahogada en hora y media, y la elección de Camacho Quiroz, en 10 minutos.
Aunque Enrique Jackson, secretario ejecutivo del Consejo Político Nacional, intentó ser riguroso y leyó que los estatutos establecen voto personal, libre, secreto, directo e intransferible
, en los hechos la designación fue a mano alzada.
La designación de Camacho Quiroz como presidente sustituto del tricolor es para concluir el periodo iniciado por Moreira, a quien sustituyó Pedro Joaquín Coldwell, quien se incorporó como secretario de Energía al gabinete de Peña Nieto.
En dos años ha habido cinco relevos en el PRI, dos de ellos encabezados por Cristina Díaz, quien anoche mismo presentó su renuncia y dio paso a la ex gobernadora de Yucatán en el cargo de secretaria general. El método no varió: fue candidata única y elegida a mano alzada.