Cultura
Ver día anteriorSábado 8 de diciembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Soñaba acabar con la pobreza en un mundo nuevo que nunca llegó, dijo un doliente

El himno de la Internacional Socialista enmarca el sepelio de Oscar Niemeyer

Autoridades, familiares y amigos se vuelcan en el adiós al arquitecto en su natal Río de Janeiro

Foto
Vera Lucia Cabrera, viuda de Niemeyer, ante el féretro del arquitecto, ayer, en el Palacio de la Ciudad de Río de Janeiro; abajo, una señora y su hijo oran frente a sus restos mortalesFoto Ap y Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de diciembre de 2012, p. 5

Río de Janeiro, 7 de diciembre. El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer fue enterrado en Río de Janeiro en medio de aplausos, oraciones y cánticos del himno de la Internacional Socialista. Niemeyer fue inhumado en el cementerio Sao Joao Batista, en el barrio de Botafogo, donde la Banda de Ipanema, una conocida orquesta de barrio del carnaval carioca, de la cual el arquitecto era patrono, interpretó Carinhoso cuando el cortejo ingresó en el camposanto.

En el momento de depositarlo en la sepultura, varios de los presentes rompieron en aplausos, al tiempo que sus familiares rezaban una oración y compañeros de militancia comunista entonaban partes del himno de la Internacional Socialista. Después de la sepultura, la Banda de Ipanema interpretó Cidade Maravilhosa, himno de Río de Janeiro, donde Niemeyer nació el 15 de diciembre de 1907, y Acuarela do Brasil.

Autoridades, familiares, amigos y ciudadanos desfilaron con emoción esta mañana ante el féretro de Niemeyer, envuelto en la bandera brasileña y rodeado de coronas de coloridas flores en el Palacio de la Ciudad de Río, para despedirse del célebre arquitecto fallecido el miércoles, a 10 días de cumplir 105 años.

El jueves, el arquitecto fue velado con honores de Estado en el palacio presidencial de Planalto en Brasilia, una de sus grandes obras en la capital que ayudó a crear en 1960, donde su cuerpo fue recibido por la presidenta Dilma Rousseff.

Hasta el palacio, donde se encontraba el cuerpo, los líderes cubanos Fidel y Raúl Castro enviaron ofrendas florales, además de que este último manifestó a la presidenta Rousseff sus condolencias por la muerte de Niemeyer, un amigo incondicional de la Revolución cubana, según cito el diario Granma.

Rediseñando la vía láctea, su obra es un reflejo del paisaje de Río, de sus curvas, dijo el conocido arquitecto brasileño Jaime Lerner al salir del velorio en el Palacio de la Ciudad.

Niemeyer es uno de los mayores brasileños de todos los tiempos, uno de los pocos a los cuales estaba reservada la eternidad. Ahora con seguridad va a rediseñar la vía láctea, añadió.

Los edificios de Niemeyer se caracterizaron por sus arcos y ondulaciones. No es el ángulo recto el que me atrae. Ni la línea recta, dura e inflexible creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre, sensual. Las curvas que encuentro en las montañas de mi país. En el curso sinuoso de los sentidos, en las nubes del cielo. En el cuerpo de la mujer preferida. De curvas está hecho todo el universo, dijo al comentar el edificio Copan de Sao Paulo, inaugurado en 1951.

El arquitecto de la sensualidad, quien convirtió el cemento armado en poesía en majestuosos edificios futuristas, nunca escondió el amor por su ciudad natal, donde trabajó hasta sus últimos días en un estudio de grandes ventanales curvos frente a la playa de Copacabana.

El poeta brasileño Ferreira Gullar, de 82 años, permaneció unos minutos ante el ataúd con tapa de vidrio, que permitía ver el rostro del arquitecto, y no pudo contener las lágrimas al saludar a su viuda, Vera Lucia Cabrera, de 66 años, quien se casó con Niemeyer cuando éste tenía 98 años tras ser su secretaria durante décadas.

Niemeyer tenía una arquitectura poética, introdujo la curva y la levedad; sus edificios parecían flotar, dijo Gullar tras recordar que su poema Lección de arquitectura fue compuesto pensando en él.

Pedro Castilho, ingeniero de 78 años, presentó sus respetos al militante comunista y ateo a quien no conoció, pero idolatró toda la vida. Niemeyer fue siempre un soñador, y yo también. Soñaba con acabar la pobreza en el mundo, con un mundo nuevo que nunca llegó. Era un gran comunista, afirmó.

La presidenta Dilma Rousseff inauguró este viernes en Brasilia la cumbre del Mercosur con un homenaje al arquitecto y citó una de sus frases: Tenemos que soñar, si no las cosas no ocurren.

Al hablar en el Palacio Itamaraty, una de las más bellas obras ideadas por Niemeyer en Brasilia, Rousseff afirmó a sus pares del bloque sudamericano que la vida del arquitecto refleja que nadie debe renunciar a su sueño.

Coincidimos con él los que tenemos el sueño de una América Latina desarrollada, una sociedad democrática, pacífica y capaz de cooperar estrechamente.