Política
Ver día anteriorMiércoles 21 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El mandatario advierte sobre la responsabilidad de mantener el estado de derecho

Hoy México es más fuerte para enfrentar a la delincuencia, asegura Felipe Calderón

La historia recordará este periodo como el de la decisión de romper las cadenas que querían atarnos al miedo y a la violencia criminal, subraya al celebrar el 102 aniversario de la Revolución

 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de noviembre de 2012, p. 8

En una de las últimas ceremonias oficiales que encabeza como titular del Ejecutivo, con la banda presidencial al pecho antes de entregarla a su sucesor, Enrique Peña Nieto, el próximo primero de diciembre, el presidente Felipe Calderón advirtió sobre la responsabilidad de mantener el estado de derecho, aprovechar que hoy el país está mejor preparado en sus instituciones y es más fuerte para enfrentar a la delincuencia.

El mandatario realizó de esta manera una nueva defensa de su estrategia contra la delincuencia organizada y confió en que la historia del país recordará este periodo como el de la decisión de romper las cadenas que lo querían atar al miedo y a la violencia criminal.

La conmemoración por el 102 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana fue el escenario para que, igual que Calderón, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, hiciera un exhorto a construir sobre lo alcanzado para lograr el bien común.

A unos días de que se concrete la alternancia en el poder, Poiré Romero destacó que la democracia bien entendida es un espacio donde el triunfo y la derrota son temporales; en ambos debe haber la oportunidad para acordar en lo esencial, para construir sobre lo alcanzado y para el bien común, desde el reconocimiento de que nuestras diferencias nos hacen más fuertes.

Se trata, por un lado, de reconocer en el respaldo popular la oportunidad para conducirse con pasión por México, con transparencia en los actos y con la responsabilidad y la mesura que demanda el país de todos sus servidores públicos.

Del lado de la derrota se exige un genuino ejercicio de autocrítica, que parta del principio democrático de que los ciudadanos no mienten, ni son fácilmente engañados, señaló Poiré, primer orador en la ceremonia, a la que asistieron representantes de los tres poderes de la Unión, los integrantes del gabinete federal e historiadores galardonados con el Premio a la Trayectoria en Investigación Histórica sobre el Rescate de Memorias y Testimonios José Valadés.

El secretario Poiré lanzó un velado exhorto al Partido Acción Nacional, pues la derrota electoral exige también reconocer que lo alcanzado, lo ofrecido y lo que se representa, no fueron suficiente para los ciudadanos y que es en virtud de ello necesaria una renovación profunda, sin ambages, sin negaciones.

El legado maderista así lo exige, así como garantizar que sean las mejores ideas, las mejores personas y los mejores proyectos los más apalancados en los sueños de la gente, los que permitan ofrecer alternativas de reconstrucción que promuevan con mayor eficacia, el bien común, planteó el funcionario.

En su turno, Calderón afirmó que la justicia, la defensa de la vida, la libertad y la integridad del patrimonio de las personas son principio y fin, razón de ser de todo estado de derecho. Por lo mismo, protegerlos de la criminalidad y de quienes atentan contra su libertad e integridad, han sido no sólo un imperativo legal y constitucional, sino también político y épico.

También subrayó que se debe fortalecer al Estado, sí al emanado de la Revolución, pero sostenido en el derecho y el fortalecimiento de sus instituciones.

Antes, el ministro Juan N. Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se refirió a la Constitución de la República como el producto más acabado de la lucha armada de 1910.

Sobre la reforma de junio de 2011, por la que el primer título de la Carta Magna ahora se denomina Derechos de las personas y sus garantías, buscó privilegiar esos derechos y se logró sin un solo tiro, sin un solo muerto. De nuestros mayores aprendimos a cambiar en paz, dijo.