Sociedad y Justicia
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Promueve Gendes cursos para varones

El 90% de los hombres que son violentos con su pareja, por práctica social
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de noviembre de 2012, p. 34

Apenas 10 por ciento de los hombres que ejercen violencia contra su pareja tiene un desorden siquiátrico, lo que significa que la conducta del 90 por ciento restante obedece al aprendizaje cultural que nos lleva a un modelo de masculinidad hegemónica que promueve el control y dominio sobre las mujeres, señala Ricardo Ayllón, director de metodología de Género y Desarrollo (Gendes), asociación civil dedicada a la promoción de nuevas masculinidades.

Por tanto, si una conducta violenta es aprendida social y culturalmente podemos desaprenderla y reaprender formas alternativas de relacionarnos con nuestra pareja y el mundo que nos rodea; así, es posible convertir a un hombre agresor en uno capaz de resolver los conflictos de manera íntima. Tal es la apuesta de Gendes y por ello imparte talleres con ese fin.

Arturo perdió a su esposa y cuatro hijos tras 13 años de matrimonio, en los que ejerció violencia física y emocional. En medio de una crisis, se integró a un grupo y ahora, luego de siete años de trabajo, funge como uno de los facilitadores de los cursos dirigidos a varones.

El curso consiste en una serie de sesiones donde los participantes revisan y desarman un hecho de violencia: Un hecho de violencia, por mínimo que sea, conlleva una serie de aprendizajes. Analizamos lo que pensamos, lo que sentimos, y lo revisamos entre todos, explica Arturo.

El primer curso lo que trata es parar la violencia, es lo que urge. Pero seguimos enojados. Por eso, la segunda parte del programa consiste en trabajar con las emociones. Regularmente, los hombres sólo tenemos permitido el enojo por el modelo machista en el que vivimos. Pero vemos que atrás del enojo hay dolor, miedo, tristeza o angustia.

La relación de pareja de Arturo no pudo reanudarse pero le alegra que sus hijos sean testigos del cambio que sucedió en él.

El trabajo que he hecho ha impactado en la forma en que nos relacionamos y lo que ellos hacen. Tengo a dos de mis hijos en Facebook y me sorprende cómo suben cosas sobre la no violencia hacia las mujeres, comenta.

Otro caso es el de Fidencio, quien decidió acudir a los talleres al reflexionar sobre la naturalización de la violencia.

“Me dí cuenta de que en mi relación de pareja yo ejercía una violencia sutil, con silencios, ignorando a mi pareja a propósito. No había violencia física pero sí emocional con el fin de controlar a la otra persona.

Tenía un sentimiento de tristeza. Compartí eso con una persona que me invitó a venir y llevo siete meses acudiendo.

Para él, el machismo sólo ofrece supuestos privilegios para los hombres, pues al actuar desde una posición de poder con respecto a la pareja, se deja de lado la posibilidad de un diálogo e interacción.

Ayllón comenta que el objetivo de los cursos es erradicar los diferentes tipos de violencia que se ejercen: sexual, física, sicoemocional, económica o verbal.

Gendes trabaja en conjunto con instituciones que atienden a mujeres agredidas por hombres. Se lleva a cabo una entrevista inicial y si ésta determina algún desorden psiquiátrico se les remite a una institución especializada, como el Instituto Nacional de Siquiatría.