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El problema es regional, no nacional, señalan Bruno Ferrari y José Ángel Gurría

OCDE: inseguridad quita el sueño a mexicanos más que el desempleo

Presentan el estudio elaborado por el organismo y el Imco por encargo del gobierno federal

Aumentan los costos de las empresas por ese motivo y se inhibe la inversión, reconoce

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Juan Pardinas, director del Imco; José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos; Óscar Vega, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, y Bruno Ferrari, titular de EconomíaFoto Cortesía de la Secretaría de Economía
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de noviembre de 2012, p. 23

La inseguridad sigue siendo el principal problema que le quita el sueño a los mexicanos, incluso por encima del desempleo y la pobreza, además de que por esa causa aumentan los costos de las empresas y se inhibe la inversión, aseguró José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Es palpable, remarcó, que además de las amenazas a la vida e integridad de las personas, la inseguridad también tiene un enorme impacto económico, en el crecimiento, las exportaciones, el desarrollo, la creación de empleos, la calidad de vida y cohesión social del país.

De los países que integran la OCDE, México tiene la tasa más alta de asesinatos aunque si la comparación se hace con América Latina otros países lo superan, pero eso es un consuelo bastante malo, no es muy constructivo, señaló Gurría al presentar este jueves el estudio Seguridad, justicia penal e inseguridad, que el organismo que preside realizó con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) por encargo del gobierno del presidente Felipe Calderón.

Punto empresarial

En México, la inseguridad es un problema regional y no nacional, remarcó tanto Gurría como el secretario de Economía, Bruno Ferrari, y Juan Pardinas, director del Imco, ante representantes de organismos empresariales, como el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), la Cámara Americana de Comercio (Amcham) y la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), los clásicos que nos acompañan siempre en las primeras filas, según los llamó el secretario de la OCDE.

Las actividades delictivas tienen un marcado carácter territorial, más acusado que el que se registra en otros países de la OCDE, donde estos fenómenos están más parejos en su territorio, refirió Gurría y puso como ejemplos que la tasa de asesinatos en Chihuahua es 56 por ciento superior a Yucatán y los delitos contra la propiedad en Baja California triplican la media nacional, en contraste con Campeche donde es cinco veces menor. Así que, bromeó, “nos vamos ir todos a vivir a la península (de Yucatán) o como decían antes ‘si se acaba el mundo, yo me voy a Yucatán’” .

El estudio, señalaron los tres funcionarios, mapea los principales delitos que se cometen en cada estado y la intensidad con que se presentan, porque los homicidios ocupan el primer lugar de incidencia en algunas entidades y en otras son los delitos contra la propiedad o los delitos contra la salud.

Contar con estadísticas precisas al respecto servirá para medir el impacto que tiene la seguridad en el crecimiento y desarrollo económico, así como en temas de competitividad a fin de instrumentar políticas públicas diferenciadas, señalaron los funcionarios casi con idénticas palabras. Sólo lo que se puede medir se puede administrar y mejorar, según Gurría; lo que no se conoce no se mide, dijo Óscar Vega, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y lo que no se puede medir no existe, aseveró Ferrari, a quien se atribuyó la ‘paternidad’ del estudio.

Juan Pardinas, del Imco, señaló que el estudio ofrece una monografía por estado sobre la inseguridad y la distribución territorial del crimen, con tasas a nivel nacional y por entidad de delitos resueltos, denuncias, el número de encarcelados sin sentencia y presupuestos aplicados a seguridad.

Como probadita del documento, Pardinas mencionó que a nivel nacional 44.5 por ciento de la población en prisión espera sentencia (hay estados donde es más de 60 por ciento), por lo que dijo que antes de pensar en construir nuevas prisiones debemos pensar en tener sistemas de justicia más prontos y expeditos para reducir esta cifra que nos dice que probablemente un porcentaje amplio de estas personas son inocentes.

Conociendo cómo sucede, dónde sucede, por qué sucede, estamos en mucha mejor posibilidad de luchar contra el fenómeno, de asignar mejor recursos y ahorrarlos, indicó Gurría en entrevista posterior. Admitió que hasta ahora es difícil calcular el impacto económico que ocasiona la inseguridad, pero acotó que pese a ésta México es uno de los países de la OCDE que tiene mayor índice de crecimiento, con una tasa anual prevista en 3 o 4 por ciento, por encima de las correspondientes a Estados Unidos y Europa, pero lo que pasa es que el nivel de bienestar, necesidades y satisfactores, servicios hay una diferencia importante y por eso nos tenemos que apurar más.

El secretario Ferrari ponderó que pese al entorno de crisis mundial y al crimen como fenómeno territorial y no nacional México sigue atrayendo inversiones y sube en los rankings mundiales sobre factores que facilitan la apertura de empresas y el buen ambiente de negocios.