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Presentaron Volver... volver, la novela más reciente del escritor uruguayo-mexicano

Saúl Ibargoyen hace un ajuste de cuentas familiar para atemperar emociones

El autor entreteje temas como el exilio, el amor, la represión y la tortura

Narra un periplo para descubrir que se puede estar lejos de todo, sin estar cerca de uno mismo, dice Lucía Izquierdo

 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de noviembre de 2012, p. 5

El exilio, el amor, el autoconocimiento, las historias familiares y las relaciones fraternales, la violencia, la represión y la tortura son temas que se entretejen en la más reciente novela Volver… volver, del narrador y poeta uruguayo-mexicano Saúl Ibargoyen.

La noche del pasado martes, esa obra fue presentada en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, por Lucía Izquierdo, Hortensia Carrasco, Gustavo Ogarrio y Armín Gómez Barrios.

Publicada por la editorial El Ermitaño, en la novela de Ibargoyen, mediante los sueños y pesadillas del personaje Leandro, el autor nos lleva de la mano a un viaje a Riomar (que simboliza la ciudad de Montevideo, Uruguay), periplo que permite al lector descubrir que se puede estar lejos de todo, sin estar cerca de uno mismo, apuntó Lucía Izquierdo.

Respecto del exilio y el regreso, Ibargoyen deja ver en su novela que aunque se puede volver siempre al mismo punto, nunca se llega de la misma manera ni se siente ni se recuerda lo mismo, comentó Izquierdo.

Leandro vive en un entorno represivo, ominoso, de lucha política y convive con tres mujeres distintas en edad y modo de presentarse y representarse.

Culmina trilogía

En su intervención, Hortensia Carrasco recordó que Volver… volver, junto con los libros Sangre en el Sur y El torturador, forman la trilogía que se necesita para entender las situaciones que vivió Ibargoyen.

El personaje intenta una reconstrucción de lo que fue su vida, en la infancia y la juventud. En la novela, se señala que hay un regreso doloroso, porque hay espinas en el cuerpo social que siguen clavadas, también muchas imperfecciones, traiciones y aspectos sociales no resueltos. Además, como Leandro es un militante, el libro conlleva también un punto de vista político, apuntó Carrasco.

Foto
Saúl Ibargoyen en la Casa del PoetaFoto Carlos Ramos Mamahua

Regreso al país natal

Volver… volver, destacó Gustavo Ogarrio, es una novela plenamente identificada con esas coordenadas en la obra de Ibargoyen: dictadura, fascismo, tortura y, finalmente, exilio y regreso.

En esta novela se pregunta por un tema que ronda toda su obra: el regreso al país natal, su imposibilidad, su enfrentamiento con el pasado, el anacronismo que viven los que se van respecto de los que se quedan, las huellas de lo que ya no existe o que existe de otra manera, apuntó Ogarrio.

Leandro es una especie de extranjero en su matria, reseñó Armín Barrios. Salen a su encuentro las mujeres que amó, los hijos que abandonó, los padres que lo cuidaron, las muertes que lo sorprendieron, los amigos que lo acompañaron y los comunistas que lo aleccionaron; pero también en este rencuentro aparecen los indeseables recuerdos, las visiones horrendas, como por ejemplo, la de la Mamá Grande, execrable prisión donde las bestias militares redujeron por la fuerza todo intento de rebelión de voces críticas como la suya.

Para concluir, Saúl Ibargoyen comentó que se trata de una novela en la que se permitió hacer una especie de ajuste de cuentas de carácter familiar, con la finalidad de encontrar un equilibrio emocional y afectivo.

Hortensia Carrasco manifestó que para Ibargoyen no se trata de un viaje; esta narración es como una especie de sueño, que puede abrirse a otros sueños como a otras realidades. También puede verse no sólo como una procesión de fantasmas, sino como factores para una posible escritura para liberarse de ellos.