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Ver día anteriorDomingo 21 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Crisol mágico del sur
P

oco conocemos los capitalinos de las riquezas culturales que guardan nuestros pueblos del sur. Sus tres cabeceras señoriales: Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco acogen innumerables pueblos, cada uno de ellos con su personalidad y características muy propias.

Muy conocido es Xochimilco por las chinampas y el Niño Pa, pero pocos saben que en los Reyes y en Mixquic sobreviven sendas lagunas. Asimismo todos los pueblos tienen su fiesta patronal, de mayor o menor dimensión que la del Niño Pa, las posadas y las afamadas conmemoraciones del Día de Muertos.

San Pedro Atocpan, en Milpa Alta, ha cobrado fama por la preparación de excelentes moles que la población capitalina acude a adquirir durante su ya famosa Feria Nacional del Mole. La creatividad y eficaz trabajo de los habitantes de la región ha popularizado igualmente las ferias del dulce cristalizado, del nopal, del elote y el maíz y la del atole, entre otras.

De gran tradición desde la época prehispánica los pueblos del sur resguardan tesoros del patrimonio intangible, como la lengua náhuatl, la gastronomía y las fiestas y conmemoraciones; del tangible custodian, entre otras valiosas construcciones, antiguos templos y ex conventos.

Todo esto lo mencionamos en la presentación que escribimos para el número 6 de la revista Crisol Mágico del Sur. La publicación es obra de un grupo de profesionistas de la delegación Milpa Alta preocupados por preservar las costumbres, mitos, lengua materna (náhuatl), gastronomía y difundir la riqueza patrimonial que conserva la región.

Sus padrinos fueron ni mas ni menos que Miguel León Portilla y Patrick Johansson, notables historiadores que han apoyado la preservación de la cultura de los pueblos originarios y la vigencia de la lengua náhuatl.

Para conocer la revista que, además de contener interesante información está bellamente ilustrada con excelentes fotografías, puede acudir a la presentación que se va a llevar a cabo en el Foro de la Feria del Libro del Zócalo, el martes 23 de octubre a las 12 horas. Una hora antes en el mismo lugar se va a llevar a cabo una mesa redonda con el tema: leyendas de historias de la región del sureste, donde los cronistas de los pueblos de Milpa Alta expondrán temas de interés general sobre la demarcación.

Aprovechemos para recordar un poco su historia: fue un antiguo señorío, llamado Malacachtepec Momozco, que fue fundado hacia 1240 por una de las nueve tribus chichimecas que arribaron a la cuenca, provenientes del norte. En el siglo XV fue vencido y gobernado por el guerrero mexica Hueytlahuilli, quien llevó a cabo numerosas obras públicas: caminos, embarcaderos, centros ceremoniales y un sistema de siembra a base de terrazas, delimitadas por muros de piedra ubicados en los costados de los cerros, de los cuales todavía tenemos evidencia. Asimismo impulsó el cultivo del maguey, la explotación de la riqueza forestal y el intercambio comercial.

Estas actividades se continuaron llevando a cabo tras la conquista, cuando finalmente fueron dominados, siendo uno de los pueblos que más resistencia opusieron a los españoles. Es sabido que los habitantes de San Pedro Atocpan lucharon casi un siglo antes de ser sometidos. Aún así, muchos no cedieron, escondiéndose en las montañas y sobreviviendo por años, mediante el robo de animales y víveres. La evangelización corrió a cargo de los franciscanos, quienes erigieron conventos y templos, varios de los cuales todavía se conservan.

Seguramente después de leer la revista querrán ir a darse una vuelta por los pueblos de Milpa Alta. Tras admirar sus múltiples encantos tiene que hacer una escala para degustar alguno de sus moles. El reinado lo tiene el pueblo de San Pedro Atocpan; ahí se puede degustar mole verde, rojo, almendrado, de nuez, de piñón, especial, coloradito o si es muy bueno para el chile el picoso. Puede acompañarlo con unos nopalitos, de los que la región es la principal productora y un vaso de buen pulque.