Cultura
Ver día anteriorSábado 20 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Paide, Rakvere y Tallinn
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de octubre de 2012, p. 4

Escribí este poema, Tintinnabuli en Estonia, en octubre del año pasado, a donde fui a dar lecturas y conferencias por invitación de Joaquín Gutiérrez Canet, embajador de México en Finlandia y Estonia. Aunque más bien debería decir que canté este poema en las inmediaciones de Paide, la pequeña ciudad natal de Arvo Pärt, a medio camino entre Tallinn y Tartu. Y tal vez no exagero al decir que este poema, más bien me fue dictado, y hasta soplado, por la música de Pärt en ese triángulo que conforman los tres lugares donde el compositor pasó sus primeros años: Paide, Rakvere y Tallinn.

La educación musical de Pärt se inició a los siete años de edad, cuando comenzó a asistir a la escuela musical de Rakvere, población en la que vivía su familia durante aquella época. A los catorce o quince años ya escribía sus propias composiciones. Posteriormente asistió al conservatorio de Tallinn, donde cursó estudios de composición con Heino Eller. En ese triángulo estonio Pärt escuchó por primera vez las campanas de las iglesias que puntúan con sus agudos campanarios el paisaje de su país, y que influyeron tanto en su música como las obras de sus amados Prokofiev y Shostakovich.

La palabra tintinnabuli, que pasó a designar su método de composición, se deriva del latín, y significa ‘campanitas’ y, por extensión, ‘campanilleo’. Pärt describió su técnica en las notas que acompañan a su grabación de Fratres, como una evocación de campanas, el sonido complejo de la campanas, rico en sobretonos, y el desarrollo gradual de los patrones musicales implícitos en el sonido mismo; la idea de un sonido que es, a la vez, estático y fluido. Difícilmente se podría evocar mejor y con menos palabras la música de Arvo Pärt.