Opinión
Ver día anteriorSábado 29 de septiembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de Abajo

Comandante Abel

E

l gobierno de Chiapas, encabezado por Juan Sabines, utiliza a una parte de las autoridades de las comunidades de San Patricio y Unión Hidalgo, para desmentir las recientes incursiones y agresiones de la policía y de los paramilitares en contra de las bases de apoyo zapatistas del nuevo poblado Comandante Abel, quienes desde hace 20 días se encuentran refugiadas en San Marcos y en Zaquitel Ojo de Agua.

En una agresión doble, pues intenta descalificar a las comunidades del EZLN y al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el gobierno de Chiapas difunde supuestas declaraciones de autoridades comunitarias (de las que no se proporciona nombre ni apellido), señalando que no están agrediendo ni disparando contra la comunidad zapatista.

Recientes testimonios, audios y un video difundido este viernes por los colectivos y centros de derechos humanos que realizaron una caravana de observación y documentación a Comandante Abel, confirman la veracidad de las agresiones realizadas por el grupo paramilitar Paz y Justicia y el hostigamiento de la Policía Estatal Preventiva (PEP). Nada ha inventado el Frayba, que es sólo una más de las organizaciones que han difundido las denuncias.

No es la primera vez que el gobierno de Sabines habla a nombre de supuestas autoridades comunitarias y difunde desmentidos. Ésta ha sido su política durante seis años de gobierno, advierte Víctor Hugo López, director del Frayba.

La caravana de observación, que entregó su informe el pasado 25 de septiembre, confirma la construcción de casas dentro de territorio zapatista. No sólo son testimonios y voces en audio, sino un video que demuestra las agresiones. Estas imágenes no pueden desmentirse.

Un hecho importante de la información del gobierno estatal es que confirman lo denunciado por el Frayba y los integrantes de la caravana de observación, incluyendo la red de medios libres de Chiapas, en cuanto al campamento de policías que instalaron en la comunidad.

Sabines se esfuerza en promover la imagen de defensor de derechos humanos y desmiente los disparos de armas de fuego en contra de los zapatistas, pero todo está perfectamente documentado. Están las imágenes de los agujeros que dejaron las balas y los testimonios de los zapatistas refugiados.

No queremos confrontaciones ni provocar, porque es la misma raza indígena como nosotros, aunque sean de otros partidos. Sólo que ellos están vendidos con el mal gobierno, explican los zapatistas que resisten en Comandante Abel.

La situación es alarmante. Los paramilitares amenazan a los zapatistas, las condiciones del refugio son precarias y continúan los ataques a los defensores de derechos humanos.