La Obertura 1862, compuesta por Eduardo Angulo (Puebla, 1954) para conmemorar los 150 años de la Batalla del 5 de mayo, estrenada el pasado 12 de abril por la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla (OSEP), fue el punto de partida de la participación del también intérprete en el ciclo de sesión de escucha Compositores mexicanos contemporáneos, celebrada en la Fonoteca Nacional.

Angulo describió la pieza de 10 minutos como muy festiva y “llena de humor corrosivo. Prácticamente, nos estamos riendo del invencible ejército francés, al que, quién sabe cómo, le ganamos. Esa risita está en la obra. Parece que es la única victoria mexicana en este campo de batallas.

Orgullosamente poblano, amante de su terruño, a Angulo le dio mucho gusto que Alfredo Ibarra, director de la OSEP, le encargara la obra que escribió en dos semanas, ya con fecha de estreno: “Estaba en un estado de ánimo realmente sarcástico y eso se refleja en la obra. Era tan poco tiempo que dije: ‘no puedo escribir más que una obertura, algo que sea cortito; ahora, ¿cómo se va a llamar? Tienes que darme le nombre para irla cavilando’. A modo de broma el maestro Ibarra dijo: ‘Si Tchaikovski escribió la Obertura 1812, ¿por qué no escribes la Obertura 1862?’ Nos moríamos de risa, porque fue como un chiste”.

Fue posible escuchar la obra porque el equipo de la Fonoteca Nacional se trasladó a Puebla para grabarla, indicó Theo Hernández, encargado del ciclo, quien quiso saber si la Obertura 1862 es descriptiva en algún momento.

Angulo contestó: No precisamente. Más que nada es el sentimiento que me da la guerra como el momento más bajo del ser humano, en que se acaba la capacidad de dialogar. La guerra me causa terrible malestar y celebrarla también.

Dado su humor corrosivo, la Obertura 1862 tiene referencias a Hollywood, vía La Guerra de las galaxias, al Himno Nacional, a la Marsellesa, a Tchaikovski; incluso, hay una batucada. Explicó: Todo es el México de ahora, el México que no siempre responde a la verdadera mexicanidad.

La obra gustó tanto que Angulo fue encargado de una sinfonía coral que será estrenada el próximo 8 de septiembre a las 20 horas en la explanada de los fuertes de Loreto y Guadalupe, en Puebla, con motivo de los 150 años de la muerte de Ignacio Zaragoza.

La Sinfonía Coral 1862, incluirá la Obertura 1862, a la vez que el compositor escribió otros dos movimientos. Uno, Ángeles y centinelas, se refiere a los fuertes de Loreto y Guadalupe, así como al Popocatépetl y al Iztaccíhuatl, verdaderas guardias de Puebla.

Es un vals muy nostálgico, un poquito españolado, muy al estilo de la arquitectura poblana, desde luego escrito con mucha nostalgia de la Puebla que recuerdo, la de hace 50 años. El tercer movimiento es Canto a la tierra, con un texto de la escritora Graciela Arroyo Pichado, con gran orquesta y gran coro.

Compositor también de música para niños, su ballet El flautista de Hamelin se tocará el 11 y 12 de septiembre en el Teatro de Bellas Artes, con el Ballet de Cámara del Estado de Morelos y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes.