Ex gobernadores, diputados y senadores como Carlos Medina Plascencia, Ernesto Ruffo, Juan Carlos Romero Hicks, Fernando Canales Clariond, Francisco Garrido Patrón, Ricardo García Cervantes, Javier Corral y Santiago Creel Miranda demandaron ayer al Consejo Nacional del PAN la creación de una comisión especial que encabece el proceso de reflexión y consulta sobre las causas que originaron la debacle electoral de este instituto político, el pasado primero de julio.

En una misiva dirigida a los consejeros y al dirigente Gustavo Madero, pidieron que la consulta se efectúe entre la militancia, los órganos directivos y la sociedad en general, de manera serena y sin sometimientos.

Propusieron que en un plazo no mayor a seis meses la comisión especial proponga al consejo las acciones específicas a realizar y, si así lo determina, convocar a una asamblea nacional extraordinaria para las reformas estatutarias.

Consideraron imprescindible que los ex gobernadores emanados del PAN intervengan en dicha instancia y además se convoque a una convención nacional deliberativa, donde se oigan todas las voces para entender lo que pasó y esbozar el programa de acción política futura.

La misiva fue suscrita por cerca de 30 destacados panistas, entre los que también se encuentran Abel Vicencio Álvarez, Juan Pablo Gómez Morín; Esteban Zamora, el coordinador de los diputados federales, Carlos Pérez Cuevas, la senadora Adriana González y el dirigente mexiquense Gustavo Parra.

Intitulado La rehabibilitación moral del PAN, eje de su vigencia, el documento destaca que la derrota electoral del primero de julio pasado es producto de un largo proceso de deterioro institucional, consentido por una dinámica de inmediatez electoral. En el desenlace concurre la responsabilidad del partido y de nuestros gobiernos, y como reflejo de ello, una estrategia ineficaz de campaña, enfatiza.

Luego de hacer un recuento de los errores que ha cometido este instituto político, considera que Acción Nacional requiere, más que una refundación o regeneración, la reconstitución de su acuerdo ético y la reconstrucción de sus reglas básicas de ejercicio democrático, pues su ruptura mayor es de carácter moral, agrega.

Explica que el proceso de deterioro tiene en el centro un fenómeno de pragmatismo rampante, que rompió con la ética y no en pocas ocasiones ha interrumpido el estilo y la tradición democrática de los fundadores.