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El futuro de la izquierda
López Obrador, indiscutible pieza clave en un nuevo partido político

Si se hubiera roto la unidad en Morelos, no habríamos ganado; así de sencillo

Si no ampliamos nuestro esquema de actuación, difícilmente vamos a estar a la altura de los reclamos del país

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Jesús Zambrano, durante la charlaFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de agosto de 2012, p. 2

Al salir de la entrevista, ya en la banqueta, Jesús Zambrano Grijalva confía que el tema recién tratado lo ha discutido recientemente con el otro Chucho, Ortega, su antecesor en la presidencia del Partido de la Revolución Democrática. Lo hablamos con toda seriedad y vamos en esa ruta. Poco antes, frente al café, Zambrano ha lanzado: los chuchos van por la construcción de un nuevo partido que sume a todas las izquierdas y donde una pieza clave sea el liderazgo indiscutible de Andrés Manuel López Obrador.

El telón de fondo son las apuestas que corren en los pasillos de la izquierda. Por ejemplo, la posibilidad de que militantes cercanos a López Obrador decidan la creación de un nuevo partido. La respuesta de la corriente mayoritaria del PRD, que Zambrano frasea en una amplia entrevista con este diario, puede resumirse así: vamos a un nuevo partido, queremos encabezar su construcción.

El presidente del PRD ha hablado ya de los asuntos de la coyuntura, de la impugnación de los comicios, del PRI y de Enrique Peña Nieto, cuando las preguntas y sus respuestas lo van llevando al futuro de la izquierda. Así aterriza en la idea de un nuevo partido político, que entiende como un cauce común para mantenernos juntos y tener la capacidad de responder a los casi 16 millones de personas que votaron por nosotros.

–¿Existe el clima, el ánimo político, la posibilidad real de un nuevo partido?

–La izquierda ha entrado en una fase en que si no ampliamos nuestro esquema de actuación, si seguimos poniendo por delante el interés de ver cómo nos dividimos las migajas de la marginalidad, difícilmente vamos a acompañar a esta sociedad que maduró, difícilmente vamos a estar a la altura de los reclamos del país. La izquierda debe completar su propio proceso de maduración, dar un salto hacia delante y estar con toda la disposición de poner lo que hemos cosechado este 1º de julio al servicio de algo superior.

–Como hizo el PMS.

–Esto no significa decir aquí está el registro del PRD, agárrenlo, quién lo quiere, no. Se trata de que con mucha responsabilidad encabecemos desde el PRD esta determinación de construir algo superior.

En el horizonte inmediato, el presidente del PRD pone el reto de las 14 elecciones estatales del año próximo, muchas en entidades donde la presencia de la izquierda ha sido testimonial.

Con los votos obtenidos, esa situación ha cambiado. ¿Vamos a regresar otra vez a ver cuántas regidurías le tocarán a tal grupo, a tal corriente? ¿O vamos a ir al encuentro de candidaturas de la sociedad civil, del medio democrático intelectual y ampliar nuestro esquema de alianzas y de encuentros con la sociedad?

–Se dice que en cuanto el TEPJF anuncie su resolución termina la ruta compartida con López Obrador.

–La gente nos premió a todos con su confianza, por nuestra decisión unitaria. Por tanto, es absolutamente necesario que sigamos caminando juntos, este amplio abanico de fuerzas, que están hoy lideradas indiscutiblemente por Andrés Manuel, que están en los tres partidos de la coalición y en sectores muy amplios de la sociedad.

Zambrano insiste en que sería un error estratégico y una irresponsabilidad política decir que si el fallo del tribunal les es adverso se acaba la ruta unitaria. Lo correcto, afirma, es pensar seriamente en cómo darle un curso, un cauce común para mantenernos juntos y tener la capacidad de responder a esos casi 16 millones de electores. No podemos solamente decir que el día de mañana vamos a hacer lo que nos dé la gana a cada quien y a caminar por separado.

Los perredistas suelen citar el ejemplo del Frente Amplio de Uruguay.

Zambrano no quiere dibujar un modelo específico, pero dice que bajo el esquema que fuera se trataría de mantenerse juntos en una sola organización, (que) puede ser un solo partido con esquemas de funcionamiento más flexibles, que incorpore además a los liderazgos principales del país, a los principales personajes del campo democrático.

Cita a dos de esos personajes: Juan Ramón de la Fuente y Cuauhtémoc Cárdenas, y agrega a personalidades que fueron propuestas por López Obrador para su gabinete, así como a liderazgos sociales de distintas organizaciones y regiones.

Zambrano sugiere audacia para hacer una convocatoria en la que discutamos cómo podemos caminar juntos, con un programa común, que fue el que nos unificó ahora en la campaña electoral, y que ese programa se traduzca por supuesto en plataformas legislativas, en acciones y decisiones de gobierno, ahí donde estamos, en banderas de lucha para evitar las regresiones, para evitar, por ejemplo, la entrega y privatización de Pemex.

–En el pasado Consejo Nacional se habló de una mesa de cinco patas: los tres partidos de la coalición, el movimiento juvenil y los movimientos sociales. ¿Esos serían los afluentes de un nuevo partido?

–Esencialmente sí.

–Algunos en el entorno de López Obrador hablan de crear un nuevo partido, tal vez con el registro del PT.

–Sería institucionalizar la división de la izquierda. Pensemos en un esfuerzo común, donde nos podamos entender y respetar todos.

–Un esfuerzo unitario con escollos en el camino: vamos a sentarnos ya con Peña Nieto, dice Graco Ramírez, por ejemplo.

–Han sido más bien excesos verbales de Graco. Sé perfectamente que ni lo ha hecho ni estará en esa actitud de hacerlo antes de que el tribunal decida, si es que decide darnos palo. No comparto en modo alguno esas expresiones.

–Graco en público y otros en privado presumen: yo saqué más votos que Andrés Manuel.

–Es un error político de quienes piensan que son la parte más importante o que pesa uno más que otro. Si no nos damos cuenta de que el resultado electoral fue la conjunción del esfuerzo de todos.

–Sin López Obrador no ganan.

–Sin el obradorismo no se gana. Si se hubiera roto la izquierda en Morelos, no ganamos, así de sencillo.

Si el TEPJF les diera la razón –el presidente del PRD no cierra nunca ese capítulo en la entrevista–, se abriría la posibilidad de celebrar un gran arreglo nacional que incluya reglas del juego parejas para todos, así como el inicio de una verdadera transición, porque no la hemos tenido en el país.

Nos han estigmatizado

Zambrano revisa a vuelo de pájaro el signo principal de la izquierda durante décadas: la división, hace escala en la creación del PMS, en 1987, y la declinación de Heberto Castillo en favor de Cuauhtémoc Cárdenas y remata: Si no entendemos que justamente lo que más daño nos hizo en las elecciones intermedias en 2009 fue la confrontación de los liderazgos principales de la izquierda, y que cuando nos volvimos a juntar hemos recuperado este vigor de la izquierda mexicana, entonces si no hemos entendido eso, no hemos entendido nada.

–¿Vamos a escuchar a Nueva Izquierda llamando a formar un nuevo partido?

–Estamos absolutamente convencidos de que debemos jugar este papel de ser cabeza de un planteamiento que vea hacia delante. Nos han estigmatizado mucho, de que somos conservadores, de que estamos solamente viendo cómo monopolizamos cuotas de poder y que no estamos pensando en los grandes temas de la sociedad. Pero hemos sido de los impulsores de la unidad de la izquierda, desde el PMS. ¿Por qué no hacerlo hoy? Aunque algunos dicen que vamos caminando en el filo de la navaja, con Andrés Manuel, a mí nadie del equipo central me reclama estar a su lado. Como lo dije en el Consejo Nacional, parafraseando a Marx, estos son días en que se condensan años. Lo que decidamos en esta coyuntura, en estos días, va a marcar al país por muchísimo tiempo, para bien o para mal.