Las clínicas y hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) requieren obras de mantenimiento, cuyo costo asciende a 2 mil millones de pesos, pero el organismo no los tiene, porque este rubro nunca ha sido incluido en el presupuesto. Hoy se trata de una necesidad urgente, sobre todo en casos donde se podría poner en riesgo la seguridad de los derechohabientes, advirtió el director general, Sergio Hidalgo Monroy Portillo.

Esa es la situación en el hospital general de Monterrey, donde los quirófanos están rebasados en su capacidad de atención, y aun en riesgo de no poder cumplir especificaciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para garantizar la seguridad de derechohabientes, comentó.

Dijo que con algunas economías, logró reunir 400 millones de pesos en este año para los asuntos más apremiantes, como es la ampliación del área de urgencias del hospital Darío Fernández. Aunque por falta de espacio disponible en el nosocomio será necesario desocupar las áreas de hemodiálisis y quimioterapia, y transferir a 170 pacientes que requieren esas terapias al Hospital Adolfo López Mateos.

Este nosocomio, a su vez, también está en un proceso de mantenimiento mayor. Como parte de esos trabajos, los niños de la estancia de bienestar y desarrollo infantil que ahí se localiza serán reubicados en dos unidades. Las autoridades consideran que los menores están en una zona de riesgo, pues el inmueble está muy cerca del cuarto de máquinas.

El espacio que dejarán los niños será destinado a los servicios del Darío Fernández.

En conferencia de prensa, Hidalgo Monroy Portillo explicó que los 400 millones de pesos obtenidos se utilizarán en mejoras de la infraestructura ya existente en los viejos hospitales de Querétaro, Baja California y Morelia, que ya fueron remplazados por otros edificios. Los antiguos serán convertidos en clínicas familiares. También se realizan obras de mantenimiento en unidades de primer nivel y hospitales generales y regionales de los estados de México, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Guerrero, Sinaloa, y en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, donde se amplía el área de oncología pediátrica.

Un nosocomio que da cuenta de las consecuencias de que a lo largo de décadas no se hayan considerado presupuestos para mantenimiento de infraestructura es el Hospital General Gonzalo Castañeda, cerrado en septiembre de 2011. Ayer, el director del Issste informó que el inmueble ubicado en Tlatelolco no presenta daño estructural mayor, pero sí problemas menores en sus pilotes y el constante riesgo de inundación.

Las autoridades definirán si el edificio del Gonzalo Castañeda puede ser reutilizado para proporcionar servicios médicos, ya que los derechohabientes de esta zona tienen gran necesidad de atención, señaló el director.