En 2010 la malnutrición de los niños nativos duplicó el promedio nacional
En ese año el precio de la canasta básica rural aumentó 45 por ciento
Miércoles 8 de agosto de 2012, p. 16
Los indígenas son los que más sufren por la falta de acceso a la alimentación: 40.5 por ciento de alrededor de 7 millones enfrenta esa carencia, lo que se refleja en la persistente desnutrición, agravada por su condición de marginalidad y exclusión, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
La malnutrición en niños indígenas duplica el promedio nacional, y sumado a ello, de enero de 2005 a junio pasado la canasta alimentaria rural subió alrededor de 45 por ciento, ya que pasó de 492 a 702 pesos, reporta el organismo. En el medio urbano subió casi 50 por ciento, ya que en el mismo periodo pasó de 711 a mil 101 pesos.
El Informe de evaluación de la política de desarrollo social en México en materia de acceso a la alimentación indica que la población con esta carencia –una de las que se miden con la pobreza multidimensional– fue de 24.9 por ciento en 2010 –28 millones de personas–, 3.2 por ciento –5 millones– más que en 2008.
Este resultado guarda estrecha relación con la evolución del poder adquisitivo del ingreso. Si éste se redujo entre 2008 y 2010, es esperable que el acceso a la alimentación también lo haya hecho durante el mismo periodo
, señala el documento.
Sostiene que la situación de los pueblos nativos es apremiante en la materia, ya que 40.5 por ciento de esta población tiene carencias de comida, y el reto –reconoce el organismo– aún es este sector, ya que sólo dos de cada 10 indígenas no están en pobreza
. La intensidad de esta carencia es más acentuada en el sur del país, aunque hay algunas zonas de alta incidencia en el centro y norte.
Disponibilidad, acceso y consumo
En cuanto a la mayoría de los hogares mexicanos, el problema de la seguridad alimentaria es multifactorial, ya que en él confluyen dificultades de disponibilidad, acceso y consumo. Dispo- ner de acceso apropiado no es suficiente para contar con una buena nutrición, pues deben ser de calidad y diversidad adecuadas
, indica.
El aumento en esta carencia en 2010 se debió a la crisis económica de 2009, así como a la volatilidad del precio de los comestibles desde 2007. El menor acceso a la alimentación podría afectar la condición de nutrición de la población, especialmente de grupos vulnerables.
Los programas en la materia constituyeron una de las intervenciones más importantes de la función presupuestaria de asistencia social, pues prácticamente uno de cada dos pesos que el gobierno federal ejerció en 2010 en este rubro se destinaron a ellos. Sin embargo, a pesar del incremento presupuestario en varios de los programas, no pudieron contener el incremento en la carencia de acceso a la alimentación a que se llegó en 2010.