Buenos Aires, 7 de agosto. La huelga de trenes subterráneos (metro) que mantiene un grupo de delegados de la nueva Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), cumplía hoy su cuarto día, originando un caos en esta capital desde ayer en la tarde y especialmente este martes, ya que ese servicio es utilizado diariamente por casi dos millones de personas, en su mayoría trabajadores.

Aunque la Unión Tranviarios Automotores (UTA), el sindicato más antiguo, levantó a fin de semana pasado un paro propuesto por tres días en reclamo salarial, los nuevos delegados que conformaron la AGTSyP y que enfrentan a la UTA decidieron continuar con la idea. Éstos son en su mayoría militantes de organizaciones de izquierda radical.

El fin de semana la huelga no tuvo trascendencia, pero ayer y hoy las calles se abarrotaron de automóviles. Decenas de personas se agolpaban en las paradas de los autobuses y el caos afectó a la ciudad. Se exige un aumento salarial de 28 por ciento y mejoras en el servicio, y también que se defina la situación del metro, que está en un limbo jurídico e institucional.

El 4 de enero pasado se firmó un acuerdo entre el Ejecutivo nacional y el gobierno capitalino para traspasar a éste la empresa del metro de Buenos Aires, que cubre esta ciudad.

Poco después de firmado, el jefe de gobierno, el derechista Mauricio Macri, aumentó el boleto del metro y decidió que no se haría cargo del servicio hasta que no se hicieran todas las inversiones necesarias.

El escándalo de esta decisión aumentó cuando el Congreso también avaló el traspaso del metro a la ciudad y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenó girar los fondos comprometidos para la continuidad del funcionamiento.

Pero Macri no los retiró y se negó a asistir a reuniones con el operador privado del metro y los trabajadores.

Por su parte, una juez pidió a los representantes de AGTSyP que elijan tres puntos prioritarios, entre los 40 que reclaman, y a la empresa que revise sus cuentas y haga una propuesta.

La reunión de hoy entre el presidente de Subterráneos de Buenos Aires y miembros de la empresa Metrovías en la sede del Tribunal Contencioso Administrativo 6 con los delegados no tuvo buen fin. Se pasó a un receso, mientras se observa indignación en la población afectada, que en general dice entender el problema pero consiedra exagerada la medida y en un gremio que es uno de los mejor pagados.

El titular delegado Roberto Pianelli reiteró el pedido a Macri de que intervenga y resuelva esta situación, de la que él y la firma son los principales responsables, y advirtió que si en un futuro no hay trenes, no va a ser por los paros, sino por los problemas de gestión.

Por otra parte, hubo conmoción en el ambiente porque la presidenta Fernández de Kirchner dispuso por decreto la intervención de la Compañía de Valores Sudamericana (ex empresa Ciccone Clacográfica) y envió un proyecto de ley al Congreso para su expropiación, que será analizado por dos comisiones del Senado. La intervención estará a cargo del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Hernán Lorenzino, y de la presidenta de Casa de Moneda, Katya Daur

El Estado considera primordial continuar recuperando capacidades que son competencias indelegables e insustituibles como es la acuñación de moneda de acuerdo con la Constitución. Esta facultad había sido tercerizada en la década del 90 en detrimento de la Sociedad del Estado Casa de Moneda, sostiene el proyecto de ley.

También dispone que la totalidad de los bienes de la empresa pasen a formar parte del patrimonio de la Sociedad del Estado Casa de Moneda y se garantiza a los trabajadores de la empresa la continuidad laboral, transfiriéndolos a la Casa de Moneda y conservando todos los derechos laborales adquiridos, la afiliación gremial que poseen y la vigencia de su convenio colectivo de trabajo”, agrega el comunicado oficial.