Londres, 6 de agosto. Cada día cambian las decisiones de la atleta rusa Yelena Isinbayeva. El pasado lunes compitió en la que sería su despedida del salto con pértiga. Quería irse como campeona olímpica refrendando su estatus de reina de esa disciplina, pero no pudo.

La saltadora que puede hacer prodigios por los aires pero que también puede tener noches decepcionantes terminó con un bronce y decidió que no se retiraría y buscaría pelear por esa esquiva medalla en Río 2016.

Mi decisión cambia cada día. Hoy les digo que lo dejo, pero mañana me despierto y decido continuar. Pensé dejar mi carrera después del oro de Londres, pero luego de haber conseguido sólo bronce pienso que seguiré hasta los juegos de Brasil, declaró la rusa.

A principios de la temporada Isinbayeva tenía otra idea y declaró que el término de su carrera sería después del Mundial 2013 que se realizará en Moscú.

Después de cuatro años asombrando al mundo, encadenando hazañas en las que era capaz de saltar cinco metros con un máximo de 5.06 (récord del mundo), la ex gimnasta de Volgogrado cayó en la mediocridad entre los años 2009 y 2011.

Unas semanas antes de Londres la rusa no ocultó su confianza en lograr su tercer título olímpico, luego de los conquistados en Atenas 2004 y Pekín 2008.

Si puedo mantener la forma y evitar las lesiones no habrá rival a mi altura en Londres, a excepción de yo misma, advirtió la atleta.

A pesar de la decepción de Londres, donde no logró ser la primera atleta tres veces campeona olímpica de la disciplina, parece que sigue teniendo hambre.