El microbús es uno de los transportes públicos más utilizados en la ciudad de México, pero también el más inseguro, y pone con frecuencia en riesgo la vida y la integridad de sus usuarios por los accidentes en que se ven involucrados, que han dejado 122 muertos en los pasados seis años. Además, es donde se perpetran más asaltos, señaló el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia.

Según cifras de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), en el primer semestre se denunciaron 773 robos a pasajeros de microbús con y sin violencia, es decir, un promedio de cuatro casos diarios.

Al participar en la inauguración del Foro internacional sobre el derecho a la movilidad, el ombudsman capitalino manifestó que, además de esas quejas, el organismo recibe también denuncias por la forma en que se otorgan las concesiones para proporcionar este servicio y la accesibilidad a los distintos tipos de transporte público.

Reconoció que el Gobierno del Distrito Federal ha realizado diversos esfuerzos para garantizar el acceso de todas las personas a este servicio, como es el caso del Metrobús y algunas acciones que se realizan en el Metro. Lo cierto, dijo, es que esa accesibilidad hoy por hoy no es universal, de allí la necesidad de sustituir el transporte que no cuenta con esa facilidades por uno que tenga esa perspectiva.

El director del Instituto para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), Bernardo Baranda Sepúlveda, señaló que alrededor de 80 por ciento de los viajes que se realizan en transporte público se hacen en tiempos largos; de allí la necesidad de analizar las condiciones en las que se llevan a cabo los recorridos, el tipo de vehículos que circulan, además de dar información al usuario respecto a comodidad y frecuencia.