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Videla reveló complicidad de la Iglesia en desapariciones
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de julio de 2012, p. 29

Buenos Aires, 22 de julio. Una vez más surgió la complicidad de la cúpula de la Iglesia católica argentina con la pasada dictadura militar (1976-1983) y su conocimiento de la desaparición de personas, asesinatos y torturas, tal como la ratifica el ex dictador Jorge Rafael Videla en una entrevista publicada por la revista El Sur de Río Cuarto en la Provincia de Córdoba el pasado 18 de julio.

Videla fue entrevistado en el módulo MD1 de Bouwer en su paso por la cárcel cordobesa, cuando fue juzgado en 2010 por crímenes de lesa humanidad en esa provincia y condenado a cadena perpetua.

Las entrevistas se realizaron el 6 y 13 de agosto, y luego el 18 de octubre de 2010, y el ex general condicionó al periodista Adolfo Ruiz que sólo podía ser publicada después de su muerte, lo que éste cumplió, aunque, al ver que en los últimos tiempos dio entrevista a un español y a un argentino, se sintió liberado de su compromiso.

El ex dictador afirmó que el ex nuncio apostólico Pío Laghi, el ex presidente de la Iglesia católica de Argentina, Raúl Primatesta, y otros obispos de la Conferencia Episcopal asesoraron a su gobierno sobre la forma de manejar la situación de los detenidos desaparecidos.

Al preguntarle sobre si estaba preparado para ejecutar semejante plan, respondió que nunca se imaginó conduciendo una guerra de este tipo. Como militares estamos preparados para matar y para morir en la guerra, pero no en una guerra así.

Recordó la reunión secreta con el ex presidente interino Italo Luder –en octubre de 1975–, quien extendió los decretos de aniquilamiento al accionar de los elementos subversivos a todo el país.

La entonces presidenta Estela Martínez de Perón –a quien él remplaza transitoriamente– los había anunciado sólo para la provincia de Tucumán meses antes.

Videla consideró que esos decretos de aniquilación no eran otra cosa que una licencia para matar concedida por un gobierno democrático que de las cuatro alternativas eligió la más categórica, señaló la revista El Sur.

Nunca supo del Plan Cóndor

Sobre si la coincidencia entre los planes de acción en diversos países del tercer mundo podía venir de algún plan central como Cóndor, Videla respondió que nunca vio “una carpeta que dijera Plan Cóndor”.

En cuanto a si la llamada licencia para matar incluía torturas, robos de bebés, saqueos, entre otras cosas el ex dictador justificó que cuando se da tanto poder y libertad de acción a una fuerza como el ejército, es inevitable que muchos utilicen estas libertades en beneficio propio.

Al referirse a la colaboración de la Iglesia sobre el tema de las desapariciones, sostuvo que lo habló con muchas personas. Con Primatesta, muchas veces. También con la Conferencia Episcopal Argentina, no a pleno, sino con algunos obispos. Con ellos hemos tenido muchas charlas. Con el nuncio apostólico Pío Laghi.

En algunos casos, la Iglesia ofreció sus buenos oficios y frente a familiares de los que se tenía la certeza de que no harían un uso político de la información, se les dijo que no buscaran más a su hijos porque estaban muertos.