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Sindicatos partidarios a Cristina Fernández señalan que el nombramiento es ilegal

Se divide la CGT por la relección de opositor al gobierno argentino

Los gremios fieles a la presidenta abandonan la central obrera y reprochan la ruptura

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El otrora oficialista Hugo Moyano fue relecto dirigente de la Confederación General del TrabajoFoto Reuters
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El congreso en el que se realizó la votación fue calificado de ilegal por sindicatos opositores a MoyanoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 13 de julio de 2012, p. 28

Buenos Aires, 12 de julio. El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, resultó relecto en el congreso realizado por sus seguidores en el estadio de Ferrocarril Oeste, proceso que había sido impugnado por otro sector de esta agrupación sindical y anulado por el Ministerio de Trabajo, con lo cual se oficializó este jueves la fractura de la organización.

Moyano, dirigente del poderoso gremio de los camioneros, continuará otros cuatro años al frente de la CGT. Lo acompaña el nuevo secretario adjunto, Guillermo Pereyra, jefe del Sindicato del Petróleo de Río Negro, Neuquén y La Pampa, uno de los más fuertes del país.

Curiosamente, Pereyra también está en la dirección de la nacionalizada empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales, y fue designado representante del Estado en la asamblea de accionistas de esa firma.

Uno de los párrafos más duros del discurso de Moyano es la advertencia de que mucho del 54 por ciento de los votos obtenidos en 2011 (por el gobierno peronista de Cristina Fernández) pertenece a los trabajadores, y dijo que si no se restablece el diálogo la respuesta de los trabajadores será en las urnas. Habría que repensar nuestro voto, insistió.

Conversaciones con todos

La inflación y la inseguridad son las principales preocupaciones de los trabajadores, señaló, y advirtió al gobierno sobre la profundización de los reclamos gremiales. Afirmó que habrá conversaciones con todos los sectores de la sociedad porque a este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie.

Moyano eligió, además de Pereyra, al ruralista representante de los peones rurales y otros, Gerónimo Venegas, como secretario de interior. Amado Genta, de los municipales porteños, será secretario de finanzas (ambos sin duda los más polémicos por sus historias y sus posiciones políticas). El titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, estará en la secretaría de relaciones internacionales, y Omar Plaini, titular del Sindicato de Canillitas, será titular de prensa.

El dirigente del gremio de Judiciales, Julio Piumato, conserva su cargo de secretario de derechos humanos.

Los representantes de la Unión Ferroviaria, liderada por José Pedraza (detenido por el asesinato de Mariano Ferreyra, del Partido Obrero, cuando acompañaba un corte de vía de trabajadores ferroviarios tercerizados el año pasado), no se presentaron. Asimismo el dirigente de la Asociación del Personal Técnico de la República Argentina, Ricardo Cirielli, quien había acompañado a Moyano en recientes actos, no estuvo presente. Son 47 las organizaciones gremiales incorporadas durante el congreso.

A su vez, Antonio Caló, titular de la también poderosa Unión Obrera Metalúrgica, acusó a Moyano de ser responsable por esta ruptura, y recordó que no beneficia a los trabajadores

Caló es el candidato a la secretaría general de la otra CGT en las elecciones de octubre próximo, respaldado por gremios fuertes, como el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, la Unión Obrera de la Construcción y la Unión del Personal Civil de la Nación Obras Sanitarias, entre otros.

También Caló dijo que los titulares de otros gremios disidentes (la mayoría llamados los gordos) intentaron infructuosamente dialogar con Moyano para evitar la ruptura, y afirmó que hay una mayoría que ha decidido que el congreso de Moyano no es legal.

Tampoco le perdonaron haber convocado a un paro reciente desde los medios del Grupo Clarín, los cuales mientras estuvo junto a la mandataria lo habían estigmatizado duramente.

El enfrentamiento de los últimos tiempos entre el gobierno y el moyanismo tuvo cruces y acusaciones a veces sin retorno.

La CGT ya estaba dividida. El líder de los trabajadores gastronómicos, Luis Barrionuevo, dirigía la CGT Azul y Blanca, ariete contra el gobierno y contra Moyano, en la que participaba Venegas, ahora moyanista.

Todos esos sectores se habían consolidado como grupos autónomos, aunque seguían perteneciendo a la CGT. Ahora evidentemente se producirá una redistribución y no hay duda de que habrá confrontación de fuerzas.

Otra división

Por otra parte, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se dividió en dos. Una sección, enfrentada al gobierno, es dirigida por Pablo Michelli. La otra es cercana a la administración kirchnerista, pero con capacidad de ejercer posiciones críticas, dirigida por Hugo Yasky.

Según los analistas, el gobierno calcula que la denominada Confederación de Gremios Industriales a los que representa Antonio Caló es suficientemente mente importante por los gremios adheridos.

Moyano fue figura clave en apoyo al gobierno en los últimos años. En los años 90 se apartó de la CGT y junto con otros dirigentes formó el Movimiento de Trabajadores Argentinos, que enfrentó al gobierno del ex presidente, Carlos Menem, en muchas acciones conjuntas con la CTA.

Todo ha cambiado, y sucede en un momento de demandas y conflictos como el paro y las movilizaciones de docentes y otros trabajadores en la provincia de Buenos Aires, que resisten el pago fragmentado del aguinaldo de este semestre. Para algunos analistas es un paso importante del gobierno. Para otros se abren demasiados frentes en momentos complejos por la crisis mundial.